Solo en el Congreso de Perú prevalece la virtualidad

Ajenos al control y la rendición de cuentas. Ajenos al interés por cumplir estándares mínimos para la calidad legislativa, como la adecuada deliberación y la transparencia real de sus actos y de sus votos. Ajenos a cualquier intento de recuperación de una mínima legitimidad. Los congresistas peruanos son los únicos de la región sur que han optado por mantener sus funciones con la regla general de la virtualidad luego de la pandemia, distinto a lo que ocurre en todos los países vecinos.

La República hizo un monitoreo del sistema de trabajo (presencial o virtual) de los parlamentos de Paraguay, Venezuela, Uruguay, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Bolivia y Brasil. Para tal fin, establecimos comunicación con funcionarios de las áreas de prensa de las asambleas unicamerales o las cámaras de senadores y diputados, además de asesores y periodistas que cubren política.

La mayoría de estos países ya trabaja al 100% en forma presencial. Solo en algunos casos se mantiene la virtualidad, pero para situaciones muy concretas y con restricciones al momento de la votación. En buena cuenta, los legisladores peruanos son los únicos que mantienen la virtualidad sin ninguna limitación y con constantes señales de relajo en su desempeño.

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Presencialidad como regla general

En el caso de Bolivia, aplica la presencialidad obligatoria desde mediados del año 2023 para las sesiones de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores. Hubo una decisión institucional de ambas cámaras para dicha regla. En la actualidad solo hay opción de virtualidad para las sesiones de las comisiones.

En el otro país vecino del sur, Chile, la presencialidad se aplica al 100% para las sesiones de las dos cámaras. En cuanto a las comisiones de trabajo, se permite a los representantes participar en forma virtual, pero para las votaciones necesariamente deben participar en forma física.

En Uruguay, las sesiones de la Cámara de Senadores y la Cámara de Representantes son en forma presencial. Se permite la virtualidad en las comisiones, pero únicamente para situaciones especiales de invitados que deben comparecer.

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En Argentina, también la Cámara de Diputados y el Senado de la Nación tienen como regla la participación presencial en las sesiones de los plenos. Exactamente igual es la situación en el país de Paraguay en las dos cámaras.

En Colombia, el Senado de la República y la Cámara de Representantes sesionan en forma presencial. Solamente en situaciones muy excepcionales se ha optado por las sesiones mixtas o virtuales.

En el país de Venezuela, donde funciona el sistema unicameral con el régimen dictatorial de Nicolás Maduro, la Asamblea Nacional actual se instaló el 5 de enero del 2021 y desde entonces ha prevalecido la presencialidad.

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En el vecino país de Ecuador, que también funciona bajo el sistema unicameral, la Asamblea Nacional estuvo laborando en forma presencial al 100%, pero recientemente optaron por retomar el sistema virtual o mixto, dada la coyuntura de emergencia por la inseguridad.

Finalmente, en Brasil, hay un sistema que permite el trabajo presencial y virtual, dependiendo de la decisión que adopte la Mesa Directiva. De momento, el sistema que funciona en la Cámara de Diputados comprende tres sesiones del Pleno en forma presencial y dos en forma virtual por cada semana. Igual, prevalece el trabajo en forma presencial.

Dicho esto, el único país de la región donde los parlamentarios mantienen como regla general la virtualidad bajo cualquier circunstancia es Perú; situación que ha generado una serie de consecuencias, como la ausencia de deliberación para la toma de decisiones o el frecuente desconocimiento de los congresistas acerca de los temas que están votando en las comisiones o en las sesiones del Pleno. Tamaño relajo fue posible por decisión consecutiva de las gestiones de María Alva, Lady Camones, José Williams y Alejandro Soto.

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Consecuencias de la virtualidad

El 8 de setiembre del 2023, La República dio a conocer el caso de la congresista Digna Calle, quien sesionaba en forma virtual, pero en la cámara de su celular apareció su esposo, Aron Espinoza. Esta situación generó la duda sobre quién realmente participa en las sesiones. Esta legisladora también evitó más de 500 votos en sesiones del Pleno por sus permanentes licencias. La fuente de este problema es la virtualidad.

Otra constante en el Congreso es la ignorancia de los legisladores de la derecha y la izquierda sobre los temas que están votando, cuando sesionan en forma remota.