El poco auspicioso viaje de la presidenta de la república, Dina Boluarte, por Europa no obtuvo los resultados que habría esperado el Ejecutivo. La finalidad era ganar respaldo internacional y legitimidad, al sostener una audiencia con el papa Francisco en el Vaticano, pero esto no pasó de una foto protocolar con el sumo pontífice y con una reunión con algunos representantes de la Iglesia Católica. Aunque la jefa de Estado fue recibida, esto no ocurrió en los términos estimados.
Una carta del expresidente Pedro Castillo Terrones, actualmente bajo prisión preventiva en el penal de Barbadillo, dirigida al papa Francisco podría haber sido el motivo por el cual la máxima autoridad de la Iglesia Católica optó por no concederle una audiencia a la presidenta Dina Boluarte. Para ello habrían jugado un rol clave en esta historia sus abogados argentinos Raúl Eugenio Zaffaroni, exintegrante de la Corte Suprema de Justicia de Argentina y también exmiembro de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y Guido Croxatto.
Como se recuerda, Zaffaroni y Croxatto asumieron la defensa internacional del exmandatario peruano tras ser depuesto del cargo y recluido en un penal. El primero, debido a su reconocimiento a nivel mundial, fue nombrado como director de un instituto para la investigación y promoción de los derechos sociales, llamado Fray Bartolomé de las Casas, promovida por el propio papa Francisco.
Raúl Eugenio Zaffaroni habría sido el encargado de hacer que el papa Francisco leyera la carta, escrita a puño y letra por el propio Pedro Castillo, quien en la misiva le explica al sumo pontífice que Dina Boluarte lidera una dictadura en Perú, en complicidad con el Congreso, que ha dejado en el país más de 60 civiles muertos durante las protestas contra su Gobierno y que aún esperan justicia.
“Desde esta celda en la que me encuentro preso arbitrariamente, le escribo estas pocas líneas para poner en conocimiento la gravedad de la situación vivida en mi país”, se lee en la carta. Aquí Pedro Castillo habla de las víctimas mortales y señala que ante los ojos del Gobierno de Boluarte “sus vidas parecen valer menos que las de otras personas”.
En tanto, Pedro Castillo le recuerda al sumo pontífice que, durante el 2022, el Congreso le impidió viajar al Vaticano para visitarlo, un Parlamento que cuenta con el 90% de desaprobación: “No me dejaron gobernar desde el principio, no querían que el presidente del Perú sea un campesino, un cholo de Cajamarca y maestro rural”. Y lamenta que sí se le haya otorgado el permiso para salir del país a Dina Boluarte, pese a que ella también cuenta actualmente con investigaciones fiscales abiertas.
De acuerdo a información a la que accedió La República, la presidenta Dina Boluarte solo pudo tomarse una fotografía protocolar con el papa Francisco. Luego, la mandataria solo conversó con cardenal Pietro Parolin y el monseñor Paul Richard Gallagher, además de algún otro representante de la Iglesia Católica.
De acuerdo a la opinión de expertos en temas diplomáticos, el viaje de la jefa de Estado podría considerarse un “fracaso” debido a que no obtuvo la legitimidad buscada, al no haberse logrado reunir con el canciller o primer ministro alemán, Olaf Scholz, y en su lugar ser recibido por el presidente Frank-Walter Steinmeier, quien es una figura protocolar. De igual manera que lo ocurrido en el Vaticano.