El economista Rodolfo Marquina afirmó que el Consejo de Estado Regional no resuelve la crisis política del país y es un intento desesperado del Gobierno por recuperar la iniciativa política. Señaló que podría condicionar a los gobernadores, desde la asignación de recursos, para buscar un nivel de viabilidad a la política del Gobierno.
¿Qué opina de la creación del Consejo de Estado Regional que, oficialmente, busca afianzar el trabajo articulado entre el Gobierno central y los Gobiernos regionales?
No va a contribuir de manera significativa a resolver el problema más importante en el país que es la crisis política. El Ejecutivo está deslegitimado. No hay ninguna indicación de un cambio cualitativo frente a lo que hacía el Gobierno de Castillo con los GORE Ejecutivo, donde acudían a las provincias, recibían un listado de demandas que después quedaban en nada.
¿Qué se busca con este Consejo de Estado Regional? Según el premier Otárola ha logrado tejer una red de confianza con los gobernadores.
Es un intento desesperado por recuperar un nivel de iniciativa política y lograr un grado de fractura en la situación de los Gobiernos regionales porque, a partir del poder que ejerce el Ministerio de Economía en cuanto a la asignación de recursos, se comienza a condicionar a los gobernadores regionales para buscar un nivel de viabilidad a la política del Gobierno. Me parece que será una intención infructuosa de dar salida a la crisis del Gobierno que para mí es que se establezca un plan de convocatoria a elecciones.
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¿Usted cree que con este Consejo de Estado Regional los gobernadores cambien de postura frente al Gobierno, tal como lo ha hecho el gobernador de Arequipa, Rohel Sánchez, quien ha retrocedido ante el pedido de adelanto de elecciones generales?
Los Gobiernos regionales están en una situación de ambivalencia. Hay algunos gobernadores que inicialmente marcaron una distancia clara ante el Gobierno central, como es el caso del gobernador de Arequipa y también presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales. Sin embargo, luego de esas declaraciones iniciales, lo que ha habido es presiones desde el Gobierno nacional para buscar niveles de alianzas, de soporte. Algunos no han tenido problema en manifestar su respaldo como el de Ayacucho, Wilfredo Oscorima. Hay otros que no han tenido una voz clara y en muchos casos optan por decisiones pragmáticas.
Rohel Sánchez Gobernador regional de Arequipa acudió al Consejo Regional para hablar sobre proyectos de su gestión. Foto: Rodrigo Talavera/La República
Boluarte ha ofrecido S/15.000 millones para financiar proyectos regionales. ¿Es una estrategia para alinear a su favor a los gobernadores regionales?
Es un intento claro de cooptación, es un chantaje con los recursos del Estado. Pero estamos viendo que con los recursos destinados para la emergencia de El Niño Costero tienen la gran limitación para administrar estos recursos porque los aparatos de gestión de los Gobiernos regionales son relativamente débiles.
¿Qué tipo de diálogo lograría el Gobierno junto con los gobernadores, a través de este espacio, cuando las disculpas por los muertos en las protestas de Boluarte no han sido aceptadas por gran parte de la población?
Lamentablemente, los Gobiernos regionales no representan en este momento a las poblaciones y no pueden hablar por ellas. Están deslegitimados como el Gobierno nacional. El ofrecimiento de las disculpas y el llamado al diálogo desde el Gobierno de Boluarte resulta francamente una frase hueca porque en los casos concretos de esclarecimiento de las muertes y de la ubicación de los responsables el Gobierno no tiene el menor ánimo ni la menor decisión de poder dar un paso adelante en esto.
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Después de la ‘III Toma de Lima’ hay una aparente calma de la población ¿Qué pasará con la demanda ciudadana de adelanto de elecciones?
La población está acumulando frustración y puede dar lugar a un nuevo estallido social que no sabemos en qué momento se dará, pero la bandera de la gente es que se vayan todos.