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Política

Latinobarómetro: 50% de peruanos respalda a la democracia, pese a su crisis

Debilidades. El Informe 2023 del Latinobarómetro precisa también que un 91% está insatisfecho con la forma en que funciona esta democracia, mientras solo un 8% expresó su satisfacción. Sobre los partidos políticos, 90% dijo estar en desacuerdo con el desenvolvimiento de estas organizaciones.

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Demanda. La población de todo el país viene reclamando en las calles una verdadera democracia y no imposición. Foto: Félix Contreras/La República

El informe 2023 de la Corporación Latinobarómetro sobre ‘La recesión democrática en América Latina’ señala respecto a Perú que el apoyo a la democracia alcanza el 50%, cifra que aumentó desde el 46% en 2020; sin embargo, el 91% de la población está insatisfecha con su democracia, liderando esta postura en la región.

A la pregunta: ¿Diría usted que está muy satisfecho, más bien satisfecho, no muy satisfecho o nada satisfecho con el funcionamiento de la democracia en el Perú? Tan solo el 8% respondió que estaba muy/más bien satisfecho.

Un cuadro señala que, en 1995, la satisfacción con la democracia en Perú tuvo 41 puntos, pero la cifra fue disminuyendo hasta llegar a 7 en el año 2004. Luego remontó a 31 en el 2011, para después ir en una inevitable bajada a partir del año 2017 hasta el presente.

El Latinobarómetro precisa que El Salvador es el país latinoamericano donde se registra mayor satisfacción con la democracia (64%), más que duplicando el promedio regional (28%). Le siguen Uruguay (59%) y Costa Rica (43%).

Al final de la lista hay seis países cuya satisfacción con la democracia es inferior a 20 puntos porcentuales (Colombia, Ecuador, Panamá, Paraguay y Venezuela). El sexto de la nómina es el Perú con 8%, único país que tiene solo un dígito.

Se anota que los insatisfechos son más del 80% de la población en cinco países: Perú (91%), Ecuador (87%), Venezuela (84%), Panamá (83%) y Colombia (80%).

Mientras que los ciudadanos que no apoyan la democracia están insatisfechos con ella y son indiferentes al tipo de régimen o proclives al autoritarismo, lo que es muy notorio en seis países: Ecuador (-50%), Guatemala (-45%), Honduras (-42%), Perú (-41%), Paraguay (-39%) y Panamá (-37%). Se considera que este grupo es el que tiende a determinar las alternancias, elegir los populismos o aplaudir las autocracias.

Gobierno militar

Otro dato importante que da el informe es que la demanda en América Latina por un gobierno militar ha crecido en el tiempo, aunque con altos y bajos, desde un 24% en 2004 a un 35% en 2023.

Paraguay lidera este indicador con un 64%, seguido por Guatemala (55%) y Ecuador (50%). Estos altos niveles de apoyo a esta opción también se observa en Perú (44%), Honduras (43%) y México (42%). Un 49% de peruanos sondeados dijo que no le importaría que un gobierno no democrático llegara al poder si resuelve los problemas. Otro 53% mencionó que en ninguna circunstancia apoyaría un gobierno militar.

En total, son seis los países latinoamericanos que no miran tan mal a un gobierno militar y son los mismos que el Latinobarómetro ha identificado como vulnerables en su apoyo a la democracia, lo que termina de confirmar su estado de recesión democrática.

Partidos políticos

Respecto al funcionamiento de los partidos políticos, la respuesta de los latinoamericanos fue contundente en contra de estas organizaciones políticas: el 77% está en desacuerdo con su desenvolvimiento. En el Perú, el 90% señaló su desacuerdo; es decir, nueve de cada 10 peruanos.

Respecto al tema de la democracia y los partidos políticos, 54% se identificó con esta frase: “La democracia puede funcionar sin partidos políticos”, mientras que 40% hizo suya la frase “Sin partidos políticos no puede haber democracia”.

En cuanto al control de medios de comunicación por parte del presidente en caso de dificultades, el 26% de los peruanos encuestados respondieron estar de acuerdo, postura que ocupa el penúltimo lugar en Latinoamérica.

El mejor régimen político

El analista Iván Lanegra explica la caída de la cifra de satisfacción con la democracia y por qué en los últimos seis años se ha ido reduciendo hasta llegar al momento más bajo. Advierte en los resultados de la encuesta un rechazo no solo al sistema democrático, sino también al funcionamiento del Estado.

“Primero se redujo a 11%, luego subió a 12% y ahora está en 8%. Esta cifra es muy parecida a la cifra de las personas que consideran que los partidos funcionan bien, que es de solo 9%. Qué parecido, 8% satisfechos con la democracia y 9% piensa que los partidos funcionan bien. Creo que ambas cifras expresan una gran insatisfacción de la gente con el comportamiento de los políticos, que los políticos peruanos no están escuchando, no están preocupados por los temas de interés general de la ciudadanía, están más preocupados de su propia agenda e intereses. Esa falta de conexión, esa falta de respuesta de la democracia a los problemas es lo que genera ese nivel tal alto de insatisfacción”, comenta.

Aparte de los cuadros sobre los partidos políticos que muestra al Perú en el último lugar en América Latina con solo 9% de personas que piensan que los partidos funcionan bien”. Destaca que, pese a todo esto, el apoyo a la democracia ha crecido.

“Es decir, aunque la gente está muy insatisfecha con la democracia y el nivel de desaprobación es 91%, la gente que piensa que la democracia es el mejor régimen llega a 50%. Y cuando se le pregunta a las personas sobre si preferirían un régimen autoritario, solo 17% dice que sí. El resto son personas indiferentes. Lo importante es que el número de personas que apoyan a la democracia es mayoritario. Entonces, el problema no es con la democracia, el problema es la manera en que esa democracia funcione”, estima.

Los discursos autoritarios

Sin embargo, advirtió que los discursos autoritarios están ganando terreno. La cifra preocupante resulta de la pregunta: ¿Aceptaría un golpe militar durante situaciones muy difíciles?

“El 44% dice que sí. Es la cuarta cifra más alta de la región. Eso revela una mayor tolerancia hacia salidas autoritarias, aunque no como un régimen permanente, sino como una respuesta de corto plazo ante un problema muy difícil. Pero igual es un discurso muy peligroso para la democracia, aumenta el número de personas que están dispuestas a tolerar un golpe de Estado o a tolerar un sistema más autoritario”.

Lanegra concluyó que el peruano no ha dejado de tener fe en la democracia, pero cada vez tolera más las salidas autoritarias. “No es que no quiera una política democrática, pero no quiere el tipo de política que hay en el país”, precisó el analista.