Era el año 2001, en pleno Gobierno de Alejandro Toledo, cuando una propuesta de tratado de extradición fue abordada por el Congreso de la República de ese periodo. El proyecto planteaba el establecimiento de un acuerdo celebrado entre los Estados Unidos y el Perú, en el que se asentaban las bases para las extradiciones entre ambos países y los pormenores de este proceso. Irónicamente, es gracias a este documento firmado hace más de 10 años que se logró traer al expresidente Toledo Manrique al territorio peruano, a fin de que continúen las investigaciones en su contra en el marco del caso Interoceánica.
El proyecto, de resolución legislativa N. °27827, que comprende el tratado de extradición entre Estados Unidos y Perú, fue aprobado y suscrito por el mismo Toledo el 17 de septiembre del 2002 y junto a su rúbrica también se pueden ver las del Canciller de ese entonces Allan Wagner Tizón y Carlos Ferrero, quien fue el presidente del Congreso en aquel periodo.
El documento precisa los delitos que dan lugar a la extradición, los motivos para denegarla, la documentación requerida, así como la figura de la detención preventiva, consignada en el artículo 8 y principal motivo por el que ahora Toledo se encuentra ingresado en el penal de Barbadillo junto con Alberto Fujimori y Pedro Castillo. Este tratado entró en vigencia, tanto para Perú como para Estados Unidos, a partir del 25 de agosto de 2003, un año después de haberse promulgado.