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Política

Jean Paul Benavente: “Si democráticamente la salida es un adelanto de elecciones, hay que discutirlo”

El gobernador regional del Cusco y titular de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales (ANGR), Jean Paul Benavente, señala que alrededor de 50 organizaciones e instituciones del sector público y privado se reunirán el martes para elaborar una agenda mínima de consenso para salir de la crisis política.

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Jean Paul Benavente, Cusco

Ustedes proponen un consenso para adelantar las elecciones ¿Cuál fue la gota que derramó el vaso?

—Desde marzo, hemos emitido tres pronunciamientos proponiendo al Gobierno nacional que deslinde de la corrupción, que convoque al Acuerdo Nacional para dar una salida a la crisis política que se vive en el país. De la misma manera, hemos hecho llegar nuestra propuesta al Congreso para que se puedan hacer las reformas necesarias no solamente en temas políticos, sino avanzar en otros aspectos que puedan dar respuestas a la coyuntura económica y social que vivimos...

¿Pesaron las investigaciones contra el presidente Castillo y las denuncias contra varios miembros del gabinete?

—Precisamente, se suma lo que está pasando en estos días, como los presuntos actos de corrupción del presidente, el fuego cruzado entre el Congreso y el Gobierno nacional, la intencionalidad de algunos sectores de fragmentar el país. Lo que hacemos, como Gobiernos regionales, es dar un mensaje desde el Perú profundo. Primero, para convocar a la unidad nacional, a todas las instituciones y representaciones del país y ponernos de acuerdo en una agenda que trate el tema de las reformas, la propuesta de un gabinete renovado, de salvataje a la crisis, que vaya más allá de si se discute o no el adelanto de elecciones.

La próxima semana se reunirán con representantes de instituciones públicas y privadas sobre la propuesta ¿Con quiénes conversarán?

—Hemos identificado cerca de 50 instituciones, organizaciones, federaciones, colegios profesionales, universidades, de distintos poderes del Estado, como el Ministerio Público, el Poder Judicial, la Junta Nacional de Justicia, la Defensoría del Pueblo, Transparencia, la Confiep, la CGTP, la Sociedad Nacional de Industrias, Conveagro, la CNA, las cámaras de comercios regionales, entre otros. Debemos llegar a consensos para salir de la crisis.

¿La salida pasa necesariamente por un adelanto de elecciones?

—Ciertamente queremos defender la institucionalidad democrática y, si democráticamente la salida es un adelanto de elecciones, hay que discutirlo; y para eso mismo necesitamos un espacio nacional donde, sobre todo, estos dos poderes del Estado, Gobierno nacional y Congreso de la República, se sienten a discutir las reformas que permitan el adelanto de elecciones, porque si no solo se dilatará un proceso por no ponerse de acuerdo. Y si no quieren el adelanto de elecciones, que lo expresen, pero que den una salida a este problema.

¿El presidente de la República y la titular del Congreso han confirmado su participación?

—En esta oportunidad, lo que pretendemos es reunirnos con las otras instituciones para llegar a un consenso y alcanzar una propuesta a dichos poderes del Estado. Es importante que primero trabajemos la propuesta con toda la representatividad nacional y de instituciones del país. El martes, vamos a tener una reunión donde pondremos las propuestas sobre la mesa y se van a debatir, pero creemos que hay puntos de consenso. Todos queremos reformas políticas, que se reactive la economía, que haya un deslinde de la corrupción, que haya un gabinete idóneo y que muestre que se está generando un espacio democrático y de lucha contra la corrupción.

¿Ha sido muy complicado trabajar con cinco presidentes?

—Exactamente. Hemos tenido cinco presidentes, tres Congresos de la República, N ministros con quienes hemos conversado, y esos cambios no hacen bien a la gobernabilidad.

El adelanto de elecciones depende del Congreso, pues tienen que aprobarlo por ley. ¿Han hablado con representantes de sus regiones?

—Estamos en un proceso que se inicia con la búsqueda de un consenso entre las instituciones. Pondremos la agenda sobre la mesa del Ejecutivo y del Congreso para que empiecen a trabajar en esas potenciales reformas. Estará en manos del Congreso debatir el adelanto de elecciones; y, si no quiere, deberá decirlo de manera explícita.

—El proyecto de ley, en esa línea, presentado por la congresista Susel Paredes hace varias semanas, tiene solo cinco firmas. Más parece que el Ejecutivo y el Legislativo se han atrincherado para no perder sus cargos y sueldos…

—Y si es así, también es una opción; pero insisto, que lo pongan de manifiesto de manera explícita.

—La exministra de Defensa Nuria Esparch recordó que en el 2000 se dio una indemnización económica a los parlamentarios que acortaron el periodo. ¿Podría hacerse lo mismo ahora, o que puedan ser reelegidos en un Parlamento bicameral?

—Es una posibilidad. Todo eso se debe conversar. Se trata de una reforma política, no solo es adelantar elecciones y poner ciertas reglas de juego a los partidos políticos para que podamos elegir mejores autoridades. Hay que debatir reformas necesarias, por ejemplo, sobre una eventual bicameralidad, así como la reelección de congresistas, la ampliación del periodo de los Gobiernos locales —de cuatro a cinco años—, porque no se puede cerrar un círculo de gobierno, ya que solamente el expediente de muchos proyectos emblemáticos, grandes, demoran dos años por lo menos. Los gobernadores regionales todavía no podemos reelegirnos, pero no queremos abrir ese debate.

—¿Cómo convencer a un Parlamento que más bien ha impulsado un retroceso suspendiendo las primarias abiertas y cambiando las causas de cancelación de partidos?

—En un momento en el que queremos facilitar y articular, queremos ser lo más puntuales posible, pero también, objetivamente, creemos que hacer contrarreformas no ayuda porque está dando una mala señal, y el Congreso termina perjudicando su imagen; y eso genera el porcentaje de aprobación que tiene en la ciudadanía, que es muy bajo.

—Usted advirtió que, si las cosas continúan como están, se podría generar una fuerte confrontación social…

—El ciudadano, generalmente, está preocupado sobre su día a día, pero obviamente tiene una percepción sobre la crisis política a nivel nacional, y obviamente asumen posturas. Hay quienes defienden una causa, justa o no, pero en la que perciben un sistema opresor que quiere atacar a un Gobierno del pueblo; y, por otro lado, hay gente que quiere que se vayan todos, que haya una vacancia, y eso hará que haya más polarización. Y esto sigue adelante sin un consenso para resolver la crisis. El derrotero será lamentable, y el único que sufrirá es el pueblo peruano.