La ciudad de Lima, de más de 10 millones de habitantes, está en riesgo por la contaminación minera en el río Rímac, según un estudio de la Red Muqui, la Diócesis de Chosica, Cáritas de Chosica, Plataforma por la Defensa y Promoción del Medio Ambiente de la Cuenca Alta del Rímac (PDPACAR) y la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS).
El río, fuente del agua que se distribuye en la capital del Perú, está contaminado con plomo, cobre, arsénico y otros metales tóxicos, según el estudio. El informe advierte que los valores del agua analizados en los puntos de monitoreo superaron los Estándares de Calidad Ambiental (ECA), establecido por el Decreto Supremo 004-2017-MINAM, de nuestro país.
PUEDES VER: Alberto Fujimori: ¿podría revertirse su indulto tras anunciar su candidatura presidencial?
Además, respecto a la calidad de sedimentos analizados, el estudio descubrió elevados niveles de arsénico, cadmio, mercurio, entre otros metales tóxicos. Para estos parámetros, se utilizó la normativa canadiense, debido a que el Perú no cuenta con la norma respectiva.
En la investigación, se monitoreó la calidad del agua superficial y se analizó la calidad de sedimentos y los relaves mineros en Millotingo y Pacococha, en la cuenca alta del Rímac, que abarca los distritos de San Mateo y Chicla, en la provincia Huarochirí, región Lima. Las zonas de monitoreo fueron Chinchán, Tamboraque y Pacococha-Millotingo.
El estudio fue diseñado por el equipo técnico de la Diócesis de Chosica, CEAS y Red Muqui con apoyo de Misereor, cooperación de la Iglesia Católica alemana, y con aportes de la Plataforma de Defensa y Promoción del Medio Ambiente. Tras una convocatoria pública, fue realizada por la consultora Evaluaciones Ambientales para la Sostenibilidad SAC.
Sedapal (Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima y Callao) capta agua natural del río Rímac y otras dos cuencas. Por esto, las organizaciones ambientalistas destacan que este problema ambiental amerita acciones urgentes del Estado. Precisan la intervención de los ministerios de Salud, Ambiente, Energía y Minas, Vivienda (Sedapal), Desarrollo Agrario y Riego; también de la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass) y el Gobierno Regional de Lima, a fin de priorizar el inicio de la remediación ambiental y traslado de los pasivos ambientales para garantizar el derecho al agua no contaminada y a un entorno sano.
“Los resultados de los monitoreos de agua realizados en el 2023 confirman que existe contaminación del agua con presencia de metales pesados que superan los estándares de calidad ambiental (ECA)” y “los resultados de los monitoreos de sedimentos, (…) muestran también la contaminación ambiental, superando largamente los valores para arsénico, cadmio, cobre, mercurio, plomo y zinc”, concluye el informe del estudio titulado “Análisis de riesgos e impactos ambientales de la actividad minera en la cuenca del río Rímac”.
Recomienda “iniciar trabajos de conformación de taludes colapsados de los relaves y de las cárcavas profundas con maquinaria pesada”, “monitoreo de sedimentos a las zonas de aguas arriba” en la zona de Chinchan, “estudio isotópico para poder determinar la fuente de aporte” respecto al río Aruri, entre otras acciones específicas.