La presidenta de la República, Dina Boluarte, aceptó que recibió "en calidad de préstamo" un reloj Rolex que usó en eventos públicos. El dueño de la joya sería Wilfredo Oscorima.
Asimismo, la mandataria manifestó que tiene una amistad personal con el actual gobernador regional de Ayacucho.
“Debo reconocer que fue una equivocación haber aceptado en calidad de préstamo (relojes Rolex) de mi amigo, hermano Wilfredo Oscorima. Ya los he devuelto. Como no son de mi propiedad, no estaba obligada a declararlos”, dijo la mandataria.
El Congreso de la República respaldó, una vez más, a la presidenta Dina Boluarte en el marco del caso Rolex. El Parlamento desestimó dos propuestas de moción de vacancia, basadas en la supuesta incapacidad moral permanente, conforme al artículo 113, inciso 2, de la Constitución Política del Perú.
La iniciativa presentada por el partido Perú Libre fue defendida por la congresista Margot Palacios. Esta es la cuarta ocasión en que se intenta declarar la vacancia de Boluarte bajo la acusación de incapacidad moral permanente. Palacios criticó a la mandataria por su supuesta incompetencia para justificar la adquisición de relojes Rolex, pulseras y otras piezas de joyería.
Wilfredo Oscorima es una figura pública en Perú, conocida principalmente por su carrera política dentro de la región de Ayacucho. Su trayectoria política ha estado marcada tanto por logros en cargos públicos como por controversias legales.
Oscorima inició su incursión en la política como parte del movimiento regional "Qatun Tarpuy", desde donde comenzó a ganar notoriedad en el ámbito político regional. Su figura cobró mayor relevancia cuando se postuló y fue elegido como Gobernador Regional de Ayacucho. Este cargo lo ocupó en dos ocasiones, lo que demuestra su capacidad para conectar y ganar el apoyo de los votantes en su región.
Durante su gestión como Gobernador, Oscorima promovió diversas iniciativas enfocadas en el desarrollo social y económico de Ayacucho. Sin embargo, su carrera política no ha estado exenta de polémica. Se ha enfrentado a acusaciones y procesos legales relacionados con la gestión de fondos públicos y la ejecución de proyectos durante su mandato. Estos asuntos legales han generado un debate sobre su liderazgo y han tenido un impacto significativo en su carrera política.
A pesar de los desafíos legales, Oscorima ha mantenido una presencia activa en la política regional. Su capacidad para sobrevivir políticamente, a pesar de las controversias, indica su influencia y la base de apoyo con la que cuenta en Ayacucho. Su trayectoria refleja tanto las complejidades de la política regional en Perú como los retos que enfrentan los líderes políticos en el manejo de la administración pública y la rendición de cuentas.