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Política

Expertos cuestionan que haya “estabilidad democrática”

Balance. Lo dicho por la presidenta Dina Boluarte no guarda relación con lo visto en este 2023, según analistas consultados. No se han respetado los derechos humanos y problemas como la crisis económica y la inseguridad se han agudizado. 

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Dupla de gobierno. Los sondeos coinciden: la aceptación ciudadana frente a la gestión de Dina Boluarte y Alberto Otárola es muy baja. A pesar de eso, hablan de “estabilidad democrática”. Foto: Félix Contreras/La República

La presidenta Dina Boluarte sostuvo el martes en una conferencia de prensa -en la que presentó la evaluación de su gestión al frente del Ejecutivo- que en su gobierno se consiguió “estabilidad democrática”. La República consultó con analistas y advirtieron que esa afirmación no se sostiene en la realidad.

El docente de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Óscar Vidarte, indicó que era “difícil” hablar de una estabilidad democrática por tres motivos principales.

La primera, que frente a las violaciones contra los derechos humanos reflejadas en los asesinatos perpetrados en contra de personas que salieron a protestar contra el Gobierno a inicios de año, nadie ha asumido responsabilidad política ni se ha visto un Gobierno comprometido con las investigaciones. De hecho, instituciones internacionales como Human Rights Watch (entre otras) han levantado la voz y apuntado hacia las demoras en la identificación de responsabilidades.

Impunidad. El Gobierno tiene una deuda con los DD. HH. Foto: difusión

La segunda razón, apuntada por Vidarte, tiene que ver con el hecho de que desde el Ejecutivo no haya habido mayor reacción frente al Congreso, que “destruye la poca y débil institucionalidad que tenemos”.

Puso como ejemplo las decisiones del Legislativo que han significado, de acuerdo con expertos, un retroceso en materia educativa y el reciente intento -por ahora postergado- de destituir en un proceso sumario a los siete miembros de la Junta Nacional de Justicia.

“Ante eso, el Gobierno ha dicho muy poco”, dijo.

Y la tercera razón para Vidarte es la aceptación del indulto a favor de Alberto Fujimori, a pesar de que “iba en contra de la normativa internacional”.

El Ejecutivo ejecutó lo ordenado por el Tribunal Constitucional, pese a que el presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos solicitó que se abstuviera de hacerlo mientras evaluaba si esa decisión cumplía con las condiciones establecidas por la propia Corte IDH.

A pesar de eso, Boluarte, el martes, insistió en que el Perú no tiene pensado salirse del sistema interamericano de derechos humanos.

“Por eso, en un país en donde los derechos humanos no son respetados, en donde el derecho internacional tampoco es respetado y la institucionalidad no es defendida, resulta bastante complicado hablar de una estabilidad democrática”, declaró Vidarte.

Desaprobados

Por su parte, el analista Jeffrey Radzinsky sostuvo que lo que se ha apreciado en el 2023 es “inestabilidad”.

Advirtió que si bien la sucesión de Boluarte se ajusta a lo establecido en la Constitución -luego del intento de golpe del expresidente Pedro Castillo- su gestión es desaprobatoria.

“Lo primero que diría es que el balance es negativo. Coincido con otros en desaprobar el Gobierno de Boluarte y su gestión en particular”, señaló.

En ese sentido, dijo que los dos problemas que se veían como los más urgentes a inicios de año -la economía y la inseguridad ciudadana- no solo no se solucionaron, sino que se agudizaron. “Terminamos el año peor en ambos. La economía retrocedió y la pobreza va a aumentar. En gestión económica ha sido un fracaso. La inseguridad ciudadana también ha aumentado y no es un dato menor que por el Ministerio del Interior hayan pasado cuatro ministros, de los cuales solo uno ha sido censurado”, manifestó.

Radzinsky también señaló que en el análisis de lo que ha sido el año político hay que incidir en las coincidencias entre el Gobierno y este Congreso.

“La impunidad es una piedra angular en la ecuación. Paradójicamente, este es un Poder Ejecutivo que no tiene una bancada oficialista, pero tampoco tiene a una oposición organizada”, declaró.

“Una dupla gubernamental desprestigiada”

Jeffrey Radzinsky hizo notar que el rechazo ciudadano no alcanza solo a la presidenta, Dina Boluarte, sino también al jefe del gabinete, Alberto Otárola. “Otárola es el personaje poderoso. La dupla gubernamental está totalmente desprestigiada y desaprobada por la gran mayoría. En otros casos, como los de Alejandro Toledo, por ejemplo, quien era premier mantenía cierta aprobación. Para ver algo similar a lo de ahora tendríamos que remontarnos al primer gobierno de Alan García”, dijo.