Por Alejandro Céspedes Garcia
Hoy se debatirá el proyecto de ley 2862/2022. Andrés Calderón, del Consejo de la Prensa Peruana (CPP), también abogado y periodista, opina sobre la también llamada ley mordaza.
La SIP advirtió hace un mes que este proyecto de ley es un serio retroceso para el libre ejercicio del periodismo y el derecho del público a la información. ¿Considera lo mismo?
—Ya estamos experimentando un grave retroceso para la libertad de expresión, incluso si no se aprueba la ley. La reducción de la calidad de las iniciativas legislativas en relación con la libertad de prensa y en la precariedad de la justificación y el debate público de las mismas.
Cada vez más hay menos empacho en evidenciar que, detrás de una ley como esta, el objetivo es disciplinar a la prensa y decirles “estás criticando mucho”. Si se aprobase, cualquier periodista temerá que, eventualmente, (en el ejercicio de su oficio) pueda ser denunciado y podría tener una sanción penal por ir contra el honor. No debería tener sanción penal.
Entre los argumentos que sustentan la medida, se habla de la afectación al honor. ¿Cómo se mide eso cuando se hace una investigación?
La norma tiene un contrasentido al estándar internacional en casos que tengan que ver contra el honor. El problema es que quienes buscan aprobar la ley, es decir, los propios actores públicos, se presenten como víctimas que requieren mayor protección ante la investigación de la prensa. Efectivamente, cuando el periodismo olvida su rol de tratar de dar la mejor información bajo criterios estrictos de diligencia de búsqueda, tiende a usar más calificativos y puede afectar el honor. En ese caso, el periodismo debe reparar el honor de la persona afectada, corrigiendo la información publicada, eventualmente recibiendo una sanción ética y, de ser el caso, indemnizar el intangible (el honor). La pena de cárcel es una respuesta excesiva.
Lo debatirán hoy, nuevamente. ¿A qué cree que se debe esta feroz insistencia?
Creo que son terrenos que van ganando algunos actores políticos y que sienten que no deberían abandonar. Ya hubo un retroceso por parte de algunos congresistas, pero hay algunos sectores, sobre todo los que están más expuestos al escrutinio público, y los que menos les interesa defender las libertades, entre ellos, la libertad de prensa, que sienten que están por conseguir una victoria ideológica, en el sentido que el político puede disciplinar a la prensa. El mensaje final a la prensa con esta votación es que los políticos tienen la sartén por el mango.
En el último debate en el Pleno, varios congresistas afirmaron que esta ley no tiene nada que ver con la prensa, pese a argumentarla refiriéndose a ella. ¿Cómo explicaría esta disociación tan explícita?
En la pobreza argumentativa de los congresistas que la defienden, que pasan por un nivel de raciocinio muy infantil. Cuando converso con pares académicos en otros países sobre el estatus de legislación en materias de libertad de prensa, lo hago con mucha vergüenza porque me percato de que en el Perú estamos legislando temas muy absurdos, ya superados y bajo razones baladíes. Quisiera explicar en la malicia algo que solo se explica por la torpeza de nuestros congresistas.
¿Qué les diría?
Me dirigiría a aquellos congresistas con visión de largo plazo y que se imaginen lo que podría haber sido un gobierno dictatorial como el que aspiraba Pedro Castillo teniendo una norma como esta, especialmente cuando la prensa empezó a destapar los actos de corrupción de su gobierno. ¿Qué herramientas tendrían para defenderse? Que recuerden que en la vida política son más las veces en que eres oposición que gobierno. Es torpe amordazar a la prensa cuando ellos eventualmente la necesitarán.
¿Cuáles deberían ser los límites a la libertad de prensa? ¿Es necesario modificar el Código Penal para regularla?
Son límites demasiado sinuosos, que podrían recurrir a una jurisprudencia más clara sobre cuándo hay un abuso de dicha libertad, o si tuvieran organismos de autorregulación más fuertes. Tenemos una casuística demasiado pequeña. La regulación de prensa supone a nosotros mismos ser más exigentes de lo que la ley nos señala. Si un medio se autorregula, es porque quiere poner un estándar superior a la ley, no por respeto a la ley. El escrutinio es mayor por parte de la ciudadanía
o de los propios pares.
¿Qué tan mal estamos en esta casuística?
Por ejemplo, en cuanto al tema del derecho al olvido (de información en redes), la diferencia con Chile es entre 20 y 30 por la Corte Suprema, mientras que en Perú solo hay uno o dos. En otros países, este tema no es penal. Se discute cómo se debe hacer correctamente una rectificación. Están más en el remedio que en la enfermedad. El Perú se encuentra en una etapa incipiente para generar líneas claras de hasta dónde llega este derecho.
El caso de Daniel Yovera corre riesgo de prescripción y que su sentencia no sea evaluada en doble instancia. ¿Esto generaría un efecto negativo para el periodismo y la libertad de prensa? ¿Por qué?
Este caso nos muestra dos problemas: la duración del proceso y el sometimiento de los delitos de difamación y calumnia como herramientas para hacer pasar mal a un periodista. Luego de más de cinco años de la publicación de un reportaje, ¿no es demasiado tiempo para pedir una rectificación en el caso de que la información sea falsa?
En este caso, es un reportaje muy bien elaborado y rico en fuente on-the-record. Si en algún caso alguien quiere atribuirle la falsedad, ahí están las fuentes. Que vayan hacia ellas. No son chismes, sino reportajes con fuentes evidentes.
Hay algo que no se les suele enseñar adecuadamente a los alumnos de Derecho. La tramitación de un proceso también es un precedente que puede ser negativo. Mantener a un periodista en un proceso por más de 5 años le cambia la vida a un periodista. Lamentablemente, ya están los efectos negativos. Un juez debería saber que admitir una causa puede tener un efecto tan inhibidor para un periodista como lo es, en mayor medida, una condena. Se tira abajo la doctrina del reporte fiel que tiene años en el Perú y el mundo. Es una señal nefasta de cara al futuro del periodismo.
¿Cree que la aprobación de esta ley aumentaría las posibilidades de un autoritarismo en el Perú? ¿En qué sentido cree que minaría la democracia? ¿Cómo se lo explicaría a los ciudadanos que no entienden o no ven relevante este tema en sus vidas?
Yo creo que es un paso más a ser un país más débil en términos democráticos. Nos acerca más a perder el valor a instituciones tan valiosas para la democracia como lo es la libertad de prensa. Hay una batalla casi ideológica que algunos actores políticos sienten que tienen darles el mensaje a la prensa de que ellos controlan el juego y que pueden decidir cuándo disciplinar a la prensa. Perder esta batalla es más nocivo que el incremento de probabilidades de que alguien termine condenado por esta mala ley.