El anuncio de la separación de Keiko Fujimori y su esposo Mark Vito Villanella trae al recuerdo las acciones de protesta adoptadas por el empresario investigado, como la huelga de hambre que se prolongó por un total de 12 días, en los que acampó a las afueras del penal Anexo Mujeres de Chorrillos durante la prisión preventiva dictaminada por el Poder Judicial contra Fujimori en las investigaciones por organización criminal y lavado de activos que se daban contra su partido.
El aún esposo de la excandidata había tomado la decisión de acampar en los exteriores de la entidad penitenciaria en noviembre del 2019, como protesta contra las solicitudes del Ministerio Público. En ese momento, Vito anunció: “En vista que el Ministerio Público está montando un gran show para evitar que mi esposa salga libre y nadie dice nada, he tomado una decisión radical”.
La medida del empresario fue emitida en un pronunciamiento en el que también hizo un pedido de “alto al show”.
En su momento, el exesposo de la tres veces candidata a la presidencia de la República no tuvo reparos en poner en peligro su vida adoptando una acción como la huelga de hambre, que acató durante 12 días hasta que sufrió una descompensación por falta de alimentos, lo que lo llevó a pausar sus protestas.
Luego de la excarcelación de Fujimori, el empresario se vio más recompuesto y expresó su emoción. “Bueno, sería un sueño que Keiko nos cocine un buen lomo saltado, de Keiko sería lo máximo, ya han pasado 13 meses sin mi esposa”, señaló en diferentes medios de comunicación.
El empresario inmobiliario confirmó el fin de su matrimonio con Keiko Fujimori, a quien le dirigió un sentido mensaje.
“Manejaremos el proceso de manera privada por el bienestar de nuestras hijas (quienes son lo más importantes para nosotros) y con el objetivo de mantener siempre nuestra amistad. No quiero terminar este mensaje sin antes decir que para mí, Keiko representa la perseverancia y valentía (además de todos los muchos atributos que la caracterizan) que amerita mi admiración. Ella es valiosa y una magnífica persona en todo sentido”,
La lideresa del fujimorismo y el empresario podrán haber dado por concluido su matrimonio de 18 años, pero aún se mantendrán ligados por las investigaciones que se les siguen en la Fiscalía.
Y es que en julio de 2021, el Equipo Especial Lava Jato abrió una nueva línea de investigación contra el entonces esposo de Keiko Fujimori por el presunto lavado de activos.
Además, la expareja está comprometida en el caso Cócteles, junto a otros colaboradores cercanos, así como el partido Fuerza Popular por presunta financiación irregular de las campañas electorales de 2011 y 2016.
El “gringo”. Mark Vito Villanella, el presunto mensajero. Foto: Félix Contreras/La República