El Congreso, donde se busca la destitución del presidente Pedro Castillo, sigue siendo desaprobado por más de tres cuartas partes de los ciudadanos del país, según muestra la última encuesta de representación nacional del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), investigación realizada para La República.
El estudio consultó a la población del lunes 21 al jueves 24 de marzo recientes y tiene márgenes de error de 2,8 puntos encima y debajo de cada resultado de representación nacional.
Aproximadamente, un 79% de los peruanos desaprueba el desempeño del Congreso de la República y apenas un 17% de la ciudadanía lo aprueba, según el estudio. Esta situación es similar a la que tenía hace un mes.
Es decir, en esta evaluación, el Parlamento tiene la reprobación de cuatro de cada cinco connacionales, una contundente mayoría del Perú en contra de este poder del Estado desde donde se busca deponer al presidente de la República con un segundo intento de vacancia.
Pese a esto, los promotores de la vacancia, ahora liderados por el congresista Jorge Montoya, de la bancada de Renovación Popular, apuntan a que este Congreso saque a Castillo.
A su vez, colectivos afines realizan marchas a favor de la vacancia en Lima y otras ciudades sin mucha convocatoria.
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La desaprobación a este Poder Legislativo es una postura que está más extendida entre quienes son de provincias del centro del país y entre quienes tienen de 25 a 39 años de edad.
Mientras, la aprobación al Poder Legislativo es más común entre los más jóvenes, aquellos que tienen de 18 a 24 años.
La presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, es desaprobada en su desempeño por un 69% de los ciudadanos y es aprobada por solo un 24%. Es decir, en esta evaluación tiene a más de dos tercios del país en contra y a una cuarta parte de la nación a favor, grosso modo.
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La situación de Alva empeoró luego de revelarse su reunión en un hotel miraflorino con otros congresistas para hablar de una vacancia presidencial.
Las opiniones de aprobación al desempeño de la titular del Parlamento son más habituales entre los más jóvenes, aquellos de 18 a 24 años de edad.
Las posiciones de reprobación a Alva estarían más extendidas entre los peruanos que tienen de 25 a 39 años de edad.
Infografía Congreso
Las maniobras desestabilizadoras pasan factura al Parlamento, según los especialistas.
“Aunque el Congreso tuvo cierto respaldo inicial frente al Gobierno, esto se ha ido erosionando. Lejos de sumar apoyo para sus iniciativas de control político, parece seguir el mismo camino de desprestigio del presidente. Hay percepción generalizada de que el Congreso busca desestabilizar al presidente”, dice el politólogo Paolo Sosa, investigador del IEP.
“En estas condiciones, el Poder Legislativo no es visto como alternativa viable, pese a los cuestionamientos al Gobierno. Quizás es momento para que las fuerzas en el Parlamento replanteen sus prioridades y promuevan agendas más concretas”, añade el estudioso.
“La debilidad institucional del Congreso se trasluce en su alta desaprobación. En estos meses, no mostró cercanía a la ciudadanía en su labor de representación y ha resaltado por ser actor clave de la inestabilidad política”, anota la politóloga Marylía Cruz, profesora de la Universidad Católica, PUCP.
“La desaprobación a Alva continúa siendo alta. Recodemos que al inicio de su gestión se formó una comisión investigadora del proceso electoral. Además, no ha ejercido control político de modo constructivo, sino más como herramienta de amenaza política. Se han apoyado contrarreformas importantes como en educación y transportes. Hasta el momento, no se ha logrado concertación política en el Congreso para una agenda mínima de diálogo con el Poder Ejecutivo”, agrega.
Con estas debilidades, los promotores de la destitución de Castillo insisten lograrlo con una decisión del Congreso. Así llegan a este día decisivo.