El subsecretario del Despacho Presidencial, Beder Camacho, aseguró que no existe un “gabinete en las sombras”, tal como advirtió en su carta de renuncia el exsecretario de Palacio de Gobierno, Carlos Jaico, quien también habló sobre una “influencia nociva” dentro del entorno más cercano del presidente Pedro Castillo.
Uno de los señalados como integrante este “gabinete en las sombras” es Beder Camacho, quien ha salido a pronunciarse sobre esta acusación. “Primero quiero decir que los grandes hombres siempre han tenido un Judas en sus grupos. Después de las declaraciones de alguien que ha mordido la mano de quien le dio la confianza no se podía opinar”, declaró en diálogo con Punto final, programa de Latina.
”No hay ningún gabinete en las sombras. Cada uno cumple con su función. El gabinete en las sombras sería que personas que no estén contratadas en Despacho Presidencial tengan influencia o trabajen dentro de Palacio de Gobierno, cosa que no existe”, agregó.
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Asimismo, Camacho calificó de “topo” y de “un traído más” a Carlos Jaico, de quien dijo que “siempre ha tenido su agenda”. “Si él, en su momento, no se sentía cómodo, ¿por qué no renunció?”, prolongó.
El subsecretario del Despacho Presidencial también indicó que no se siente responsable de la crisis política, porque él solo se encarga de la parte administrativa dentro de Palacio. Consultado sobre si asesora políticamente al jefe de Estado, Camacho contestó: “No es mi función”.
Por su parte, Franco Pomalaya, asistente del Despacho Presidencial, también señalado como integrante del presunto gabinete en las sombras, reforzó la versión de su compañero de trabajo. “Carlos Jaico tendría que explicar a qué se refiere con el gabinete en las sombras porque, hasta donde yo he podido ver, el presidente gobierna junto a su premier y ministros”, apuntó.
Jaico no ha sido el único que ha cuestionado al entorno más cercano del presidente Pedro Castillo. También lo han hecho la expresidenta del Consejo de Ministros Mirtha Vásquez y el exministro del Interior Avelino Guillén.
“El gran problema es este entorno más cercano que tiene él (Castillo) y que influye mucho para que tome decisiones equivocadas”, manifestó Vásquez en conversación con La República, mientras que Guillén, en diálogo con esta redacción, indicó: “No veo asesores que lo aconsejen bien. Quien le dijo que dé la entrevista a CNN no es su amigo ni buen consejero. Lo que le falta al presidente es un buen equipo de asesores, establecer diálogo, confianza en su premier”.