El arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, se pronunció sobre el aniversario de las marchas del 14 de noviembre de 2020 y conmemoró a los jóvenes que, en distintos puntos del país, protestaron contra el gobierno de facto de Manuel Merino y se enfrentaron a la violenta represión policial que dejó como saldo las muertes de Inti Sotelo y Bryan Pintado, además de decenas de personas heridas.
”Hace un año, los jóvenes, desde el corazón más profundo de su ser, desde sus entrañas de misericordia dijeron no podemos permitir que el país se vaya al caos, y nunca habíamos tenido una movilización que no tuvo ningún fin político, sino un fin de declarar que en nuestra patria necesitábamos hermanarnos y solucionar los problemas juntos”, pronunció Carlos Castillo, durante su sermón en la tradicional misa dominical de la Catedral de Lima.
“Por eso es que está dicho en la estadística: el 86% de la población peruana estaba de acuerdo con que ese día se saliera a las calles. Y dos ramas tiernas y muchos heridos estaban presentes ahí, y dos ramas tiernas murieron: Bryan e Inti. Y hoy día los queremos recordar porque nos recuerdan a nosotros la ternura con la cual hemos de actuar. Valentía también, pero sobre todo ternura, cariño por el país”, añadió.
Sobre los jóvenes que fueron asesinados, dijo también: “Inti Sotelo y Bryan Pintado fueron jóvenes de la calle, de nuestros hogares, de nuestras plazas, jóvenes de la vida cotidiana que quisieron expresar su sentido patrio en la situación difícil que se vivió hace un año. No podemos olvidarlos”.
Este sábado 13 de noviembre, bajo el lema de “Un año sin justicia”, una multitud se concentró en la plaza San Martín de Lima para conmemorar a los jóvenes Inti Sotelo y Bryan Pintado, al cumplirse el primer aniversario de su muerte, producto de la represión policial violenta que se ejerció contra quienes se manifestaron contra el régimen de Manuel Merino.
Posteriormente, los manifestantes también llegaron al lugar donde fue asesinado Inti Sotelo, en la esquina de Nicolás de Piérola con el jirón Lampa. Allí guardaron un minuto de silencio en la memoria de ambos jóvenes, considerados mártires de la democracia.