El titular de Trabajo, Iber Maraví, es el segundo ministro en poner su cargo a disposición del presidente Pedro Castillo. En realidad, desde la juramentación del gabinete ministerial, después del excanciller Héctor Béjar, Maraví era el siguiente en la lista de la oposición parlamentaria para ser interpelado y eventualmente censurado.
Las denuncias contra el exdirigente magisterial de Ayacucho sobre su supuesta participación en atentados terroristas junto con la senderista Edith Lagos hicieron, al parecer, insostenible su presencia en el gabinete.
La denuncia más reciente, difundida por ‘Panorama’ el último domingo, se refiere a un atestado policial de 1980 que indica una presunta complicidad entre Maraví y Edith Lagos en un atentado en Ayacucho, durante el Día del Maestro.
El criticado ministro rechazó las acusaciones y condenó cualquier acto de subversión, pero eso no evitó que quede con un pie afuera del gabinete.
El presidente Pedro Castillo asistió ayer temprano a la Catedral de Lima para la misa de conmemoración a Santa Rosa. Para entonces el encargo ya estaba hecho. El premier Guido Bellido iba a convocar al entonces ministro de Trabajo a su despacho e iba a sugerirle que dé un paso al costado.
Después de la homilía, en la oficina de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), Bellido le comentó a Maraví que, por encargo del presidente, debía poner su cargo a disposición del primer mandatario.
En paralelo, la oposición en el Congreso exigía al Gobierno la salida del titular de Trabajo. Incluso, la titular de la Mesa Directiva, María del Carmen Alva, tuiteó que la presencia del ministro era insostenible.
Recordemos que, antes de pedir la investidura para su gabinete, Bellido se había comprometido, a través de una carta de puño y letra, a “escuchar al pueblo y garantizar la gobernabilidad” ante Alva, en la sesión del Acuerdo Nacional.
Con la turbulencia generada por los destapes contra Iber Maraví, todo indicaba que debía honrar su compromiso.
Terminada la reunión, el premier, a través de Twitter, saludó la visita de Maraví. En ese encuentro, el titular de Trabajo había aceptado renunciar. Al cierre de esta nota envió una carta al presidente poniendo su cargo a disposición.
Cuando el portal Sudaca le preguntó al jefe del gabinete si la salida del ministro era por su vinculación con Sendero Luminoso, respondió: “No. Es por el escenario político, de cómo se está tomando. Y es parte, de alguna manera, de evaluar la situación. En el transcurso del día se va a confirmar”.
Luego el premier, otra vez vía Twitter, anunció que este era solo el inicio de una evaluación conjunta sobre la conformación de su gabinete. “Procedemos a cumplir nuestros compromisos, evaluando el desempeño de los ministerios más cuestionados”, dijo el también congresista cusqueño de Perú Libre.
En tanto, los otros cambios que se asomarían en el gabinete, según fuentes de La República, serían de los ministros Iván Godofredo, de Energía y Minas; Juan Silva, de Transportes; y Ciro Gálvez, de Cultura. También evalúan la permanencia de Walter Ayala, de Defensa; Geiner Alvarado, de Vivienda; y del presidente de EsSalud, Mario Carhuapoma.
Al secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, no le incomodó que el Gobierno prescinda de Maraví. “Decisión del premier fortalece su liderazgo. Lo que no pudieron con la fuerza algunas bancadas, el premier lo hizo tras la confianza democráticamente delegada”, expresó.
En cambio, el congresista oficialista Edgar Tello, uno de los más cercanos al presidente Castillo, criticó el retiro de Maraví. “Es un atentado contra la presunción de inocencia”, expresó en Canal N. Maraví fue dirigente del SUTE y era la cuota magisterial en el gabinete de Bellido.
El compromiso firmado por el premier Guido Bellido ante la titular del Congreso, Maricarmen Alva.
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