En medio de serios cuestionamientos y de forma exprés, la comisión de parlamentarios nombrada para elegir a los miembros del Tribunal Constitucional (TC) terminó ayer de entrevistar a los 17 candidatos que quedaron para la última etapa. Varios constitucionalistas advierten que se busca copar esta importante institución.
La Asociación Civil Transparencia señaló que se trata de un proceso sin garantías porque no ha contado con los estándares mínimos establecidos en la Ley Orgánica del TC para el concurso de selección de sus integrantes.
Precisa que no se ha respetado un procedimiento transparente, imparcial y meritocrático imprescindible para elegir a magistrados “de reconocida trayectoria profesional, solvencia e idoneidad moral, y probada trayectoria democrática de respeto y defensa del orden constitucional”.
Asimismo, alerta de que concretar esta elección afectaría severamente la calidad de esta entidad, que es “clave para nuestra democracia”.
Y hace un voto para que los congresistas electos puedan, en su momento, llevar adelante un proceso de selección idóneo; sin embargo, el actual Parlamento está decidido a proseguir con la elección, pues al culminar las entrevistas, el presidente del grupo de trabajo, Rolando Ruiz, pidió a los demás miembros enviar sus puntajes en las próximas horas.
Así, esperan tener listo un cuadro de méritos que llevarán al Pleno a fin de lograr los 87 votos que como mínimo exige la ley para elegir a un magistrado del TC.
Por su parte, el constitucionalista Luciano López refiere que este proceso se ha deslegitimado y se está haciendo por intereses personales, de grupo y partidarios.
Lamentó que se esté tratando al TC como un “sabroso botín”, porque es una institución que tiene un peso muy importante. “Estamos en una situación de crisis política. El Parlamento ha creado una cuarta legislatura inconstitucional, quiere llevar adelante reformas al caballazo y, frente a todas esas situaciones, me queda claro que quieren capturar el TC”, expresó.
Dijo que se han producido varias fallas procedimentales porque a candidatos rechazados no se les ha aceptado ningún tipo de recurso, las preguntas impactan en la carencia de imparcialidad. “Por ejemplo, ante la pregunta de qué piensa sobre el aborto, el candidato ha debido decirles que no puede responderla porque si es elegido podría ver una situación de esa naturaleza y lo que diga podría ser un adelanto de opinión. Pero no lo han hecho”, comentó.
Entre los entrevistados en los últimos tres días están el exjefe de la OCMA Vicente Walde, recordado por gritar a un policía que le llamó la atención al estacionar su auto en la vereda de Palacio de Justicia; el exmagistrado del TC Fernando Calle; y Julio Rodríguez Mendoza, quien habría recibido 7 llamadas del exjuez César Hinostroza, acusado de ser cabecilla de la red “Los Cuellos Blancos del Puerto”.
Enfoque por Walter Alván, ex defensor del Pueblo
Están tratando de capturar el TC. Este concurso está desacreditado. Incluso se canceló luego del golpe del señor Merino y sus aliados. Las organizaciones políticas señalaron claramente que lo haría el nuevo Congreso, pero lo han reactivado.
La calidad de la mayoría de los postulantes está en entredicho, y muy pocos podrían superar una evaluación seria. En estas entrevistas apresuradas básicamente han buscado saber si coinciden o no con lo que piensan los congresistas.
No hay condiciones para llevar adelante el proceso ahora y se han querido aprovechar de que estamos concentrados en la segunda vuelta, que no se trata de definir.
Las organizaciones políticas que empeñaron su palabra para que el nuevo Congreso elija a los miembros del TC deben ser consecuentes y no votar por ellos en el pleno.
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