La exministra de Salud, Pilar Mazzetti, se presentó en la sesión virtual de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (SAC) del Congreso y aseguró que la decisión de vacunarse fue suya y que ningún funcionario influenció en ella.
“Ninguna persona, ningún funcionario de los que han estado trabajando en el Ministerio (de Salud) hasta hace poco ha influido en mi decisión, tampoco ninguna empresa. Fue una decisión propia, motivada por la situación tan compleja que estamos viviendo, con una cantidad importante de funcionarios que estaban enfermando cada vez más y donde solo quedábamos unos cuantos de pie en el despacho ministerial”, expresó Mazzetti al comenzar su exposición de argumentos.
También señaló que “con quien menos hemos firmado nosotros es con Sinopharm”, al indicar que solo adquirieron un millón de dosis de esa empresa, mientras que con Pfizer hicieron un contrato por 20 millones y con Oxford/AstraZeneca por más de 14 millones, además del acuerdo con COVAX Facility ya cerrado.
De igual forma, comentó que a la farmacéutica china se le trató con la “misma dureza” que a otros laboratorios durante las negociaciones.
Mazzetti contó que la decisión de inocularse la tomó luego de escuchar al doctor Ciro Maguiña: “Se hospitalizó y a pesar de que tenía todo en contra, Ciro salió de alta e hizo declaraciones en enero indicando que se había vacunado. Traté de averiguar cómo era eso porque el ministerio estaba en problemas serios por afectación del personal”.
“Ciro menciona que se había vacunado a través del ensayo clínico. Así es que le pedí a mi asistente que averigüe (...). Ahí es donde el doctor García nos informa que había dosis para el personal relacionado. Pregunté a los dos viceministros (del sector Salud), en enero, antes de vacunarme, y ellos me informaron que se habían inmunizado”, agregó.
La extitular del sector Salud indicó que cometió el “error político” de no preguntar por el significado de personal relacionado. “Si un ensayo tiene autorización de la OGITT (Oficina General de Investigación y Transferencia Tecnológica) y del Comité de Ética, y estas autorizaciones están vigentes, simplemente no pensé más, no pregunté más, y ante la premura y situación tan cambiante y tan agresiva hicimos las coordinaciones de mi vacunación”, relató.
Reveló también que la inoculación se llevó a cabo en su domicilio con presencia del médico, enfermera y chofer de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) “sin el ánimo de ocultarlo”: “Tranquilamente hubiera podido pedir que vaya otro vehículo, que vaya una persona no identificada, pero no, todo ha sido absolutamente transparente”.
“No hemos tomado vacuna de ninguna otra persona. Además, nos hemos asegurado durante el trascurso de firmar todos los contratos necesarios. (...) Me parece a mí que no he actuado de forma impropia, mucho menos de forma ilegal, y muchos menos de forma dolosa. Soy consciente del error político que cometí”, concluyó.
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