Durante una entrevista con CNN en español sobre el caso Vacunagate, el presidente Francisco Sagasti indicó sentirse indignado y decepcionado por los actos cometidos por altos funcionarios del Gobierno.
“Eso que ha sucedido es una aberración, que debe ser tratada como tal, y que no debe afectar el bien ganado prestigio que ha tenido ganado el Perú en la realización de ensayos clínicos”, expresó al periodista Fernando del Rincón.
Del mismo modo, negó categóricamente que haya sido vacunado con las dosis extras que regaló la empresa china Sinopharm para los ensayos clínicos, y afirmó que esperó a la resolución ministerial para aceptar ser inoculado con el último lote que arribó al país.
“Es indignante, basta de mentiras en un momento crítico para el país, en ningún momento pasó siquiera por mi mente hacer algo como eso. Al contrario, esperé a que hubiera una resolución ministerial que mi incluía a mí en el padrón de los primeros a ser vacunados. Así que desmiento y niego tajantemente”, sostuvo.
Cuando fue consultado cómo se sentía sobre las mentiras de su entorno cercano, luego de haber defendido a la exministra de Salud Pilar Mazzetti de los ataques del Congreso, dijo que no comprendía por qué actuó de esa manera.
“Estoy totalmente decepcionado, molesto y francamente no alcanzo a comprender esto. He conversado con mis amigos psicoanalistas, psicólogos sociales para entender un comportamiento de esa naturaleza y realmente todavía no he logrado hacerlo”, sostuvo Sagasti.
Enseguida, añadió: “Quizás, cuando me calme un poco más y tenga un poco más de serenidad podré empezar a pensar y a entender exactamente qué fue lo que pasó en la mente de una persona para hacer este tipo de situación”.
Del mismo modo, señaló que de las 487 personas que fueron vacunadas identificadas en la lista, solo hay 16 personas que eran parte de su Gobierno, pero que ya fueron separados de sus cargos.
“Todo está en manos de la justicia, todo seguirá su curso, esto está en manos de la Contraloría, de la Procuraduría, se ha creado una comisión investigadora (...) ya la justicia ya ajustará las cuentas con quien tenga que ajustarlas”, acotó.
En esa línea, no descartó que la inhabilitación de funciones sea un posible castigo para los exmiembros de su gestión, pero que de eso se encargarán los que siguen el caso.
“Estamos en una situación crítica y extrema, y requieren soluciones extremas. La inhabilitación es una de las soluciones, pero eso tendrá que plantearlo quien haga la investigación correspondiente. Es una posible solución”, apuntó Sagasti.
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