El Tribunal Constitucional (TC) y el Congreso están facultados para declarar nula la vacancia presidencial contra Martín Vizcarra, asegura el expresidente del TC Óscar Urviola, y así culminar con el régimen de facto de Manuel Merino.
“Si es que el Tribunal quiere reponer el orden constitucional, ante una situación que exige no trasgredir la Constitución, apelaría al artículo 113 del Código Procesal Constitucional, para declarar nula la resolución de la vacancia de Vizcarra”, manifestó.
El miércoles 18, el Tribunal Constitucional realizará una audiencia por la demanda competencial. Ahí el Ejecutivo y el Legislativo expondrán sus posiciones. Desde Palacio, Merino apunta a que el Gobierno pida enviar este caso al archivo, y desde el Legislativo, presidido por su aliado Luis Valdez (APP), buscarán lo mismo.
Pero eso no exime al Tribunal de hacer una interpretación y definir si el Parlamento aplicó correctamente o no la figura de la incapacidad moral como causal de vacancia. “Declararía, entonces, nula esa resolución (de la vacancia) porque va en contra de la Constitución”, sostuvo Urviola.
Diversos juristas señalan que las sentencias del máximo órgano intérprete de la Carta Magna no son retroactivas.
Urviola responde que esta situación es distinta: no está en discusión una acción de inconstitucionalidad contra una ley, sino un conflicto de competencias. Son dos cosas distintas.
“El TC podría decir, además, que si bien el Congreso tiene la facultad para declarar la vacancia, lo hace bajo una interpretación libre que no se ajusta al espíritu de la Constitución, porque esto atenta contra el equilibrio de poderes y el sistema democrático de un sistema presidencialista”, agregó el exmagistrado.
Será crucial la resolución. Según el constitucionalista Samuel Abad, esta institución puede resolver este dilema esta semana. Todo dependerá de la ponente del caso: la titular del TC, Marianella Ledesma.
“Si ella ya tuviera la ponencia para el jueves 19, podría citar al pleno, debatirlo y hacerlo público”, explicó Abad. Y así no se esperarían los 30 días hábiles, como plazo máximo, que estipula la norma en estos litigios.
Un cambio de timón en el Congreso y las protestas
Sin embargo, mientras más tiempo pase, las protestas en la calle se agudizarán y presionarán por una salida.
Para el constitucionalista Omar Cairo existe otro mecanismo: que el Parlamento declare nula la vacancia presidencial.
“El Congreso, a la luz de lo que viene conociendo y la reacción de la gente, puede aprobar la declaración de que la vacancia está viciada de nulidad. En este caso, Vizcarra recuperaría su cargo”, refirió.
Esta decisión, según Cairo, podría adoptarse en caso el TC resuelva que el Congreso aplicó mal la figura de la incapacidad moral. “El Congreso puede recurrir a esto en la medida que el gobierno se deslegitime más por las protestas”, recalcó.
Urviola, por su parte, recordó que en el 2013, cuando hubo la llamada “Repartija”, el Legislativo ya había elegido a los nuevos magistrados del TC e, incluso, había resoluciones legislativas sobre esa decisión.
Pero debido a la protesta de la población, los congresistas retrocedieron en su elección.
“Y (la vacancia) es solo una resolución del Congreso, que es una forma de instrumentalizar el acta del Parlamento”, acotó el exmagistrado.
Para los politólogos Fernando Tuesta, de la PUCP, y Paula Muñoz, de la Universidad del Pacífico, las soluciones estarán a la vista, pero siempre y cuando las manifestaciones se mantengan.
Cualquier momento de tregua servirá para que el régimen de Merino considere que está obteniendo legitimidad. Cuando en realidad no es así.
“Las soluciones van a estar condicionadas a como la movilización social se desarrolla. Porque si se caen, se estabiliza el gobierno de Merino. Ayer (jueves) se manifestaron unos ministros y no han tenido el cuidado que merece una situación delicada. Y eso lo que hace es atizar. Lo que la gente siente es rabia, fastidio y frustración”, analizó Tuesta.
“Hay muchos caminos abiertos. Para la definición de algún tipo de camino va a ser fundamental el tema de la continuidad de las protestas y la presión de la opinión pública, redes y medios de comunicación”, coincidió Muñoz.
Y agregó: “Esto debe incluir la presión y los múltiples comunicados que hay a nivel internacional”.
Tuesta desliza otro escenario: “Imaginemos que Merino renuncia. En la sucesión ordinaria, se supone que sería el presidente del Congreso (Luis Valdez), pero eso tampoco sería la solución. Entonces, yo creo que en el Congreso, los políticos podrían llegar a acuerdos de salida, y ya no son por canales ordinarios”.
El historiador y profesor de la Universidad de Lima Daniel Parodi indicó que en el año 2000, cuando el dictador Alberto Fujimori renunció por fax desde Japón, quedó la fujimorista Martha Hildebrandt como su sucesora, al ser, entonces, la presidenta del Parlamento.
Pero no fue así, recordó. Refirió que hubo un acuerdo político para nombrar a una nueva Mesa Directiva y, así, tener un presidente del Congreso con la solvencia moral adecuada, que asuma la presidencia de transición.
Ahí apareció Valentín Paniagua. Aunque los tiempos han cambiado. Pero ninguna solución, y más aún una avalada por la historia, debe descartarse.
“Viéndolo en términos históricos, podría producirse una paradoja: Merino quería presentarse como el presidente de transición. Pero lo que eventualmente podría pasar es que el Congreso tenga que nombrar a alguien más representativo (en caso Merino renuncie) y a alguien que goce de la suficiente legitimidad como para aplacar las aguas y ese reemplazante de Merino debería jugar el rol de Paniagua”, explicó.
Valdez es el presidente del Congreso. Aún no hay voces en el Legislativo que pidan cambiar a la Mesa Directiva, que, además, está integrada por Guillermo Aliaga (Somos Perú) y María Teresa Cabrera (Podemos Perú). Pero en la política peruana, y más aún en medio de esta turbulencia, cualquier desenlace es posible.
Para Muñoz, sin embargo, pesará bastante la contienda electoral. Prácticamente todas las agrupaciones que apoyaron la vacancia están desacreditadas. Y deben estar en la incógnita de continuar apoyando al régimen de facto de Merino o priorizar sus intereses proselitistas, así esto incluya hacer un giro en sus posiciones y cambiar piezas.
Mientras eso, la respuesta de la calle se mantiene: que renuncie Merino y que se cambie a la Mesa Directiva. “Y sería preferible que sea alguien que votó en contra de la vacancia el que lidere la transición democrática”, concluyó Parodi.
La Misión de la OEA para las elecciones generales en Perú realizará una visita al país la próxima semana, encabezada por el jefe de dicha misión, Rubén Ramírez. Así lo confirmó el secretario general de la OEA, Luis Almagro, en su cuenta de Twitter.
La misión llegará con el propósito de cooperar con el Gobierno, las autoridades electorales y el pueblo peruano para que las elecciones generales se lleven a cabo con todas las garantías correspondientes.
Facultades del Tribunal Constitucional y el Congreso para frenar el régimen de facto de Manuel Merino
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