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Política

José y Hernando Graña: “(Empresa Española) Enagás sí tenía conocimiento”

Doble cara. La socia de Odebrecht y Graña y Montero, que ambiciona recibir al menos US$ 400 millones de indemnización con una demanda al Estado ante el CIADI por el frustrado proyecto del Gasoducto del Sur, tuvo conocimiento de los tratos bajo la mesa para ganar la licitación, según sus exsocios peruanos.

José Graña Miró Quesada y su primo Hernando Graña Acuña, en sus manifestaciones en la condición de colaboradores eficaces como cabezas visibles de Graña y Montero, no solo comprometieron a sus socios de Odebrecht en el proyecto del Gasoducto del Sur, también involucraron a los españoles de Enagás.

Las delaciones de ambos empresarios afectarán sensiblemente las demandas que han interpuesto Odebrecht y Enagás contra el Estado peruano ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), en un intento por recuperar sus inversiones, dijeron fuentes relacionadas con el caso.

En la demanda contra el Perú, Enagás presentó un peritaje sobre el monto que la española y su consorciada brasileña Odebrecht y peruana Graña y Montero invirtieron en el proyecto. La cifra alcanza los US$ 1.980 millones, de la que a Odebrecht le correspondería US$ 1.200 millones y a Enagás US$ 400 millones.

Como han mencionado José Graña y su primero Hernando Graña, el expresidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia se opusieron a que Odebrecht se presentara en consorcio con Graña y Montero, por lo que la brasileña tuvo que buscar a otro socio. Es así que la brasileña Enagás fue convocada.

Así lo relató Hernando Graña, según la transcripción de su declaración a la que tuvo acceso La República:

“Dado que no podíamos hacer otra cosa, acordamos (con Odebrecht) salir del consorcio, pero con el compromiso de volver a incorporarnos después de ganado el contrato. Una de las cosas que también se acordó con Jorge Barata y Rodney Carvalho fue –a propuesta de Graña y Montero– llamar a Enagás de España (con quienes Graña y Montero tenían una buena relación por ser socios en TGP, Transportadora de Gas del Perú) para que entrara de Socio Operador estratégico, porque ya no iba a entrar la empresa china. Entonces, se acordó que Enagás entraría con el 25% y saldría (del consorcio) Graña y Montero con la posibilidad de regresar después. A partir de ahí, Graña y Montero dejó de trabajar en el proyecto”.

Acción de cobranza

Precisamente, el próximo 10 y 11 de marzo, el Equipo Especial interrogará a Jorge Barata y Rodney Carvalho –exrepresentante de Odebrecht en el consorcio– en Curitiba, precisamente sobre el caso del proyecto del Gasoducto del Sur. Será una extraordinaria ocasión para preguntarles no solo sobre los presuntos actos ilícitos cometidos por los directivos de Odebrecht sino también sobre la presumible complicidad de Enagás en los hechos investigados.

Odebrecht no regalaba nada. Como se puede apreciar en el siguiente relato de Hernando Graña, la brasileña condicionó a Graña y Montero su inclusión en el consorcio que había ganado la licitación del proyecto del gasoducto, al reconocimiento de un millonario monto, en el que se incluía las donaciones de dinero a la campaña de Humala. Dijo Hernando Graña:

“Se estableció que para que Graña y Montero pueda participar del consorcio, debía reconocer la inversión hecha por Odebrecht por el monto de US$ 60 millones. Para justificar este monto, Jorge Barata le dijo a Hernando Graña que se debía a los costos por (...) la ingeniería del proyecto, el Estudio de Impacto Ambiental, los pagos por derechos y otros gastos asumidos por ellos, entre los que estaba incluido el aporte a la campaña electoral de Ollanta Humala”.

Sit Gas, antes Gasoducto Sur Peruano. Foto: Andina.

Si Odebrecht cobró a Graña y Montero los gastos que hizo –comprendiendo los aportes a Humala–, no puede descartarse que reclamó lo mismo a Enagás. Eso es algo que aclararán Barata y Carvalho cuando se confronten con los fiscales del Equipo Especial en Curitiba. Hernando Graña desliza en su declaración como colaboración eficaz que la española Enagás lo sabía todo. Por ejemplo, la presencia de Nadine Heredia en el proceso que derivó en que Odebrecht y sus consorciados se quedaran con el proyecto del Gasoducto del Sur. Así lo dijo:

“Debo precisar que Enagás sí tenía conocimiento de la injerencia que había tenido Nadine Heredia para que Graña y Montero salga (saliera) del consorcio y también que Nadine Heredia no quería que Graña y Montero regrese a conformar el consorcio. Pues en la reunión del 9 de abril de 2014 donde estaban Jorge Barata, Hernando Graña y (Jesús) Saldaña (director general de desarrollo de Enagás), entre otros, fue cuando Barata le dio la explicación a Saldaña que se tenía dificultades con la pareja presidencial para ganar la concesión del Gasoducto Sur Peruano, que si Graña y Montero no se retiraba, la pareja presidencial le señaló que iban a perder el apoyo para ganar la concesión del Gasoducto Sur Peruano”.

Nada es gratis

Queda claro que Odebrecht reclamaba a la expareja presidencial su respaldo para obtener el proyecto gasífero, como contraprestación por la donación de la constructora brasileña a la campaña del exmandatario nacionalista. ¿No sabía Enagás del aporte de Odebrecht? Si Jorge Barata había confiado a su socio Graña el aporte para la campaña de Humala, es muy probable que también confiara la información a Enagás. Los fiscales podrán preguntárselo a Jorge Barata y a Rodney Carvalho en Curitiba. Al respecto, José Graña manifestó como colaborador eficaz que, efectivamente, Jorge Barata le estaba cobrando a la pareja Humala el aporte a la campaña presidencial mediante la adjudicación del proyecto del Gasoducto del Sur. Así lo indicó:

“Jorge Barata expresó su malestar por el incumplimiento de Nadine Heredia y dijo que ahora de todas maneras Odebrecht iba a ganar la licitación del gasoducto, por el compromiso que tenía con ellos Nadine Heredia y Ollanta Humala por el apoyo económico en la campaña”.

Gasoducto Sur Peruano Foto: La República

La jugada de Odebrecht de sacar a Graña y Montero del consorcio y colocar en su lugar a Enagás, porque la expareja presidencial no quería ver ni en pintura a los Graña, se consumó con conocimiento y participación de la compañía española. Enagás también estaba al tanto de que una vez ganada la licitación, Graña y Montero se incorporaría, tal como lo explicó José Graña:

“Esto ocurre (el reemplazo de Graña y Montero por Enagás) con la participación de Hernando Graña, y es necesario hacer mención que el 3 de mayo del 2014, Odebrecht y Enagás firmaron un convenio de participación parta la licitación del gasoducto con la participación de Odebrecht con el 75% (del cual a Graña y Montero le correspondería el 20% y Enagás con el 25%). Sobre este tema, por intermedio de Hernando Graña, José Graña tomó conocimiento que se firmó el documento el 25 de junio de 2014 (...), en el que se establece que Odebrecht tendría 75%, Enagás 25% y que Graña y Montero entraría después con el 20% (...). Este documento lo elaboró inicialmente Enagás”.

Por estos hechos, la española Enagás le debe explicaciones a las autoridades peruanas que investigan el caso del gasoducto.

Esta boca es mía

Fragmento de la declaración como colaborador eficaz de Hernando Graña Acuña sobre el involucramiento de su exsocia española Enagás en la conspiración para quedarse con el gasoducto.

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Declaraciones afectarán demandas ante el CIADI

Las declaraciones como colaboradores eficaces de José y Hernando Graña golpean en la línea de flotación de las pretensiones de Odebrecht y Enagás de recuperar sus inversiones en el Gasoducto del Sur, mediante una demanda ante CIADI.

De acuerdo con fuentes del Ministerio Público y de la Procuraduría Ad Hoc relacionadas con el caso, CIADI verifica que los demandantes hayan cumplido rigurosamente con respetar las leyes en el país donde destinaron sus inversiones. Resulta que Odebrecht se ha declarado corrupta y sus socios de Graña y Montero han admitido que sabían que la brasileña conseguiría el proyecto del gasoducto porque había donado dinero a la campaña de los Humala.

Con estas manifestaciones, ahora se sabe que Enagás sabía de las tratativas de sus socios para ganar la licitación.

Graña y Montero también desistió en demanda contra el Estado por el Gasoducto Sur Peruano. Foto: La República.