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Política

Empresario José Sam Yuen encubrió 11 falsos aportantes de Keiko Fujimori

Mala jugada. Testigo protegido entregó correos electrónicos al Equipo Especial que demuestran que Sam reclutó a donantes fraudulentos en 2011 y que en 2016 y 2017 intentó que declarasen falsamente que sí contribuyeron a la campaña.

El jueves 2 de enero del nuevo año, pocas horas después que La República hizo público que el empresario José Sam Yuen reclutó a varios falsos aportantes de la campaña presidencial de Keiko Fujimori, según un testigo protegido que perteneció a su círculo de confianza, tomó un vuelo de la compañía Iberia con destino a España.

Cabeza visible del poderoso conglomerado económico Samcorp, José Sam Yuen fue identificado primero por Jorge Yoshiyama Sasaki como uno de los empresarios que en la clandestinidad financiaba a la lideresa de Fuerza Popular. También señaló que la excandidata sostenía reuniones periódicas con el mismo José Sam y otros ejecutivos. Sam y Yoshiyama se conocían porque fueron compañeros del exclusivo Colegio Franklin Delano Roosevelt.

Este diario preguntó por José Sam o por su abogado a SamCorp, pero dijeron desconocer el paradero de este y la identidad de su representante legal. La misma respuesta fue recibida del afamado casino Golden Palace, de propiedad de su familia.

Luego un testigo protegido que trabajó para Sam, confirmó a los fiscales del Equipo Especial Lava Jato que el hombre de negocios organizó a ejecutivos de sus compañías y a sus familiares para simular donaciones de dinero a Keiko Fujimori. Entre estos se encontraba Javier Bisso López de Romaña, a quien encargó la tarea de organizar las aportaciones fraudulentas. Bisso es cuñado del magistrado del Tribunal Constitucional, José Luis Sardón.

Cuando el Equipo Especial comenzó a investigar las falsas donaciones, y las citaciones llegaron a sus empleados para que expliquen el origen del dinero, José Sam Yuen buscó encubrir los hechos, conforme declaró el testigo protegido. Para sustentar su manifestación, entregó copias de correos electrónicos entre José Sam y Javier Bisso, comunicaciones que no solo evidencian que el empresario le pidió a este que hiciera las aportaciones simuladas. También demuestra que pretendió ocultar su participación en el caso.

La República pudo obtener acceso a los correos electrónicos.

El 1 de junio de 2011, Jorge Yoshiyama pregunta a José Sam en un correo titulado “Tu listado?”, por las personas que serían usadas como falsos aportantes. El dos 2 junio Sam reenvió el correo a Yoshiyama dos listas: falsos donantes por 30 mil soles y por 15 mil soles cada uno. La mayoría trabajaba para empresas de SamCorp, al mando de José Sam.

Sin embargo, el 8 de junio de 2011 Jorge Yoshiyama le indica a Sam: “José: Necesito los DNIs ASAP (‘lo antes posible’, en inglés) para llevarte los docs (documentos). Slds (Saludos), Jorge”.

COSA SERIA

A su vez, este correo fue reenviado por Sam a Javier Bisso López de Romaña, uno de sus más importantes ejecutivos, indicándole solamente: “Ayuda”. Bisso respondió a José Sam despachándole el mismo listado de aportantes pero esta vez con los DNIs que pedía Jorge Yoshiyama. Con esta información, luego el propio Yoshiyama llevó a Sam los recibos del partido (“documentos”, dice en el correo a Sam) de los aportes para que lo firmaran las personas reclutadas.

Que José Sam estaba implicado en la donación fraudulenta de fondos a la campaña de Keiko Fujimori, lo prueba otros correos electrónicos proporcionados por el testigo protegido, quien declaró que el influyente empresario de raíces chinas intentó organizar la falsa declaración de sus empleados de SamCorp ante el Equipo Especial para que afirmasen que sí habían donado fondos a la candidata Fujimori.

Javier Bisso López de Romaña estaba preocupado no solo porque él había sido citado sino también su esposa, Rocío López de Romaña Jenkins, en cuyo nombre también se simuló un aporte de 30 mil soles. Bisso asumía que el empresario estaba enterado y que afrontaría la complicada situación que generó.

El 10 de mayo de 2016, Bisso escribió a Sam: “Hola, José. Me ha llegado esta notificación por el tema de la donación a Keiko. Me citan para este martes 12, pero estaré de viaje. Me imagino que el tema lo están viendo con algún abogado.¿Se lo derivo a Emilio (Cillóniz Florez, otro falso aportante)? Me comentas. Un abrazo. Javier”.

Sam respondió, como siempre por su correo corporativo que incluye una fotografía de su perfil, para tranquilizarlo: “Hola, ingeniero. Lo veo yo, hay un abogado viendo esto. Todos (los falsos aportantes) los están reprogramando. Te aviso. Abrazo”.

Pero con la complicación por la gravedad del caso, la amabilidad comenzó a disiparse.

NI ME MENCIONES

El 21 de agosto de 2016, la esposa de Javier Bisso, Rocío López de Romaña, volvió a ser notificada, en esta ocasión para el 25 de agosto. Bisso informó así a Sam: “Hola, José. Hoy recibimos la citación a Rocío (por el tema de la donación a Keiko). La citan para el 25.08. Te la paso (la notificación) para que se la hagas llegar al abogado. Saludos. Javier”.

José Sam, que estaba al tanto de la situación de los 11 investigados -los falsos aportantes que él generó- le explicó en un correo del 23 de agosto: “Hola, Javier. Ya se lo pasé al abogado (la notificación de la citación). Estoy esperando comentarios. Apenas sepa les comento. Hasta ahora nadie ha ido a las citaciones, según sugerencia de (los) abogados. Saludos, José”.

Le estaba diciendo que no se presentaran. Y así fue. Sam le dijo que no lo vinculara para nada con él o SamCorp.

El 24 de agosto de 2016, Javier Bisso le informó a José Sam: “Por lo pronto, la idea es no ir a (la) primera citación mientars cada uno va preparando algún sustento de que tienen algo de plata, estado de cuenta, DJs (declaraciones juradas), etc. Mejor decir que trienes tus negocios en lugar de decir que trabajabas conmigo para que no vinculen. (Una) idea es probar que tienen recursos para hacer (la) donación.. Que se animaron a aportar por miedo a Humala. Que de los ahorros”.

Claramente, José Sam no deseaba que lo relacionara y dio como falso argumento que todos afirmaran que habían aportado de su propio peculio y que lo hicieron ante la eventualidad del triunfo de Ollanta Humala, una coartada que otros empresarios manifestaron al Equipo Especial.

A Javier Bisso no le pareció muy buena idea lo planteado por José Sam porque sacaba cuerpo del problema: “A la de la donación, en efecto trabajaba contigo”, le recordó: “Y los únicos ingresos que recibía eran por planilla (de SamCorp). Sí puedo decir que tengo negocios y que tengo ingresos independientes pero no sé hasta dónde avance la investigación para pedir sustento de mis ingresos en la fecha que se efectuó la donación. Sustentar lo de Rocío (su esposa) está bien complicado porque ella no recibe ingresos (tampoco lo hacía en la fecha en que se efectuó la donación). Lo que se me ocurre es un tema de ingresos conyugales y que sustente su solvencia patrimonial”.

Pero el fiscal José Domingo Pérez persistió en las citaciones.

El 24 de octubre de 2017, en un correo dirigido a José Sam y a otros investigados, como Emilio Cillóniz Florez, informó que una vez más su cónyuge había sido requerida por el fiscal Pérez. “¡Muchachos, espero que estén muy bien! Nuevamente llegó una cédula de citación (para Rocío), por el mismo tema. Se las envío para que por favor se la hagan llegar al abogado con quien están viendo este tema. Un abrazo, Javier”.

El 29 de octubre, José Sam contestó: “Ya lo tienen los amigos. Están viendo cómo proceder”.

Pero las confesiones de Jorge Yoshiyama Sasaki, quien mencionó a José Sam Yuen como uno de los empresarios que subrepticiamente aportaba dinero mensualmente a Keiko Fujimori, al parecer echó a perder el plan de encubrir a los falsos aportantes de SamCorp.

Además, a Jorge Yoshiyama se sumó el testigo protegido de SamCorp, quien sería uno de los falsos aportantes que decidió declarar ante el fiscal Pérez porque la estrategia de presentarse como verdadero aportante resultaba insostenible. Los correos electrónicos entregados precisamente por el testigo no hacen sino confirmar que José Sam Yuen buscó borrar las huellas de su participación.