Roberto Vieira, uno de los exparlamentarios del Congreso disuelto, fue citado hoy al Poder Judicial para una audiencia, encabezada por el Juzgado Supremo de Investigación, en la que se va a analizar su impedimento de salida del país.
Como se recuerda, el excongresista es investigado por el delito de tráfico de influencias por, supuestamente, influir en el Ministerio de la Producción para exonerar de una sanción a la embarcación pesquera de su primo, quien le habría pagado US$20 mil.
“(Su caso) No es un tema de Odebrecht, no es un tema de corrupción. No es un robo al país ni a nadie... no es un tema de empleados fantasmas, ni haber cobrado doble y haber devuelto como muchos congresistas que caminan y todavía quieren hablar de moral en este país. Mi caso es netamente privado, familiar que muy pronto se va a aclarar. Fui víctima de una venganza”, dijo Roberto Vieira previo a la audiencia.
El exlegista, además, volvió al foco de atención después que intentara viajar a Estados Unidos primero el 1 de octubre, tan solo horas después de que Martín Vizcarra disolviera el Congreso, y después, el 2 de octubre. Vieira, finalmente, no pudo salir del país porque la visa diplomática se le había suspendido automáticamente.
“Lo decidí, practicamente, el mismo día de la disolución del Congreso”, confesó Roberto Vieira, quien además justificó su viaje diciendo que “tenía pasaje de ida y de retorno”. “Tenía que reunirme en Estados Unidos con mi hermana que vive en Los Ángeles, Miami, por unos temas personales. Principalmente por un tema de mi padre, por su estado de salud”, concluyó el exparlamentario.