Informe de Ángel Páez
La compañía Peruvian Airlines declaró montos subvaluados en la importación definitiva de dos aviones usados de transporte de pasajeros Boeing 737-530, con la presunta intención de no abonar los tributos correspondientes, por lo que la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) le inició proceso por defraudación de rentas de aduana y dispuso el embargo de sus cuentas por 4,4 millones de soles.
En el 2017, un año después de que Peruvian Airlines importó las aeronaves, con la participación de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la Sunat inició un proceso de verificación y detectó que los aviones, alquilados a la compañía Aztech Limited, no tenían el valor que había manifestado la empresa: 650 mil dólares y 500 mil dólares, respectivamente, lo que hacía un total de 1 millón 150 mil dólares.
Las autoridades descubrieron que en los contratos de alquiler de los aviones entre Peruvian Airlines y Aztech Limited se indicaban valores falsos de los Boeing 737-530, porque luego detectaron que en las pólizas de seguro de cada aparato se establece como monto 3 millones de dólares cada uno. Así que la Sunat comunicó a la empresa 3 millones de soles dejados de pagar.
Sin embargo, el gerente general de la empresa, Alberto López Bustillo, señaló que esos aviones entraron a ese valor porque necesitaban un trabajo de mantenimiento mayor, el que se realizó en Lima como fue demostrado al Tribunal Fiscal y añadió que “el valor del seguro de aviación no refleja en forma exacta el valor real de una aeronave” (ver nota aparte).
En efecto, la compañía aérea apeló ante el Tribunal Fiscal, que el 21 de agosto de este año desestimó el recurso y dispuso que la empresa cumpliese con el desembolso tributario. Seguidamente, el 26 de setiembre, conforme a ley, la Sunat le dio un plazo para que pague 4,4 millones de soles de la deuda, que incluía los intereses.
Al no obtener respuesta, la entidad de administración tributaria embargó las cuentas bancarias de Peruvian Airlines. Para su sorpresa, Scotiabank, Interbank y BBVA Perú reportaron que la compañía solo contaba con 1 millón 428 mil soles, una cifra muy menor para una empresa dedicada a la actividad aerocomercial. El propio gerente Alberto López reconoció que la empresa registraba ventas de entre 8 y 10 millones de dólares mensuales.
Los directivos alegaron que preferían trabajar con dinero en efectivo, en lugar de recurrir al sistema financiero, porque les resultaba más dinámico para sus actividades comerciales. Sin embargo, dicha práctica poco transparente obstaculiza las acciones de fiscalización de las autoridades, dijeron fuentes del Ministerio Público, la Sunat y la UIF.
El embargo se produjo el 26 de setiembre, lo que obligó a Peruvian Airlines a congelar temporalmente sus operaciones. Mientras tanto, los directivos presentaron una solicitud de fraccionamiento de la deuda tributaria, entregando como garantía una aeronave operativa. La Sunat observó el mecanismo porque el avión no es de propiedad de Peruvian Airlines. La respuesta de los directivos fue que no contaban con liquidez en ese momento porque los bancos se negaban a ofrecerles cartas fianza.
Pero la historia no termina aquí.
Mientras la Sunat emprendía acciones para cobrarle a Peruvian Airlines los impuestos que dejó de pagar al subvaluar el valor real de los dos Boeing 737-530, detectó que la empresa que le alquilaba los aviones, Aztech Limited, ubicada en el paraíso financiero de la isla de Man, era dueña del 60 por ciento de las acciones de la empresa aérea. Esto es, los dueños se rentaban a sí mismos las aeronaves.
Desde que el empresario César Cataño Porras fundó la empresa aérea en 2007, esta ha enfrentado situaciones controversiales. En 2011, Cataño vendió el 70% de la compañía al grupo irlandés Aergo. El 24 de octubre de ese año, en Registros Públicos se consignó como accionistas a Aztech Limited, representada por Martín Ruiz Andía, con el 60 por ciento del capital social, y Alberto López Bustillo, con el 40 por ciento.
“Es un golpe mortal el embargo total de las cuentas”, señaló el gerente general Alberto López. “El lunes se paralizaron las operaciones, pero se retomaron al día siguiente. Sin embargo, al no tener flujo de ingresos se hizo imposible seguir operando. Quedarse en cero por la pérdida de confianza del mercado es muy grave y mata al más pintado”.
- El gerente general Alberto López señaló que la Sunat podría haberse presentado en sus oficinas para resolver una fórmula de pago. “Debieron medirse las fatales consecuencias de una acción de este tipo (el embargo de las cuentas), sobre todo no existiendo daño fiscal, porque diferente es deber por haber sustraído de mala manera impuestos u ocultar estos”, arguyó López.
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- El gerente general Alberto López; el representante de la aerolínea, José Salinas Bustamante, y el representante de Aztech Limited, Martín Ruiz Andía, afrontan una denuncia penal por defraudación de rentas de aduana ante la Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Delitos Aduaneros, que despacha la fiscal Nancy ventura Castillo.