Y, simultáneamente, un gran rechazo al fujiaprismo.,La contundente votación del referéndum de ayer constituye un tremendo espaldarazo de la ciudadanía al presidente Martín Vizcarra y un rechazo abrumador a la oposición fujiaprista. Con este referéndum culmina la respuesta del presidente Vizcarra a los destapes de corrupción que empezaron siguiendo a narcos del Callao, lo cual permitió saber que sus abogados coordinaban con los jueces, estos con consejeros del CNM, y todos estos con congresistas del fujiaprismo. Las bancadas de Fuerza Popular y del Apra respondieron con acciones bochornosas para blindar a las personas vinculadas a la corrupción, y para perseguir a fiscales, jueces y periodistas que contribuían a los destapes. Vizcarra, cuya presidencia había tenido hasta entonces un rumbo anodino con un espíritu de sobrevivencia, encontró en la lucha anticorrupción el sentido convocante que le faltaba a su gobierno, lo cual lo llevó, consecuentemente, a tener que enfrentarse al fujiaprismo, y a construir una conexión sólida con una opinión pública asqueada por la corrupción. Eso fue consecuencia de apoyar y defender a fiscales, jueces y periodistas alineados contra la corrupción; alentar las marchas ciudadanas de protesta contra la corrupción; arrinconar –dentro del marco de la Constitución– al Congreso para que hiciera lo que tenía que hacer pero se negaba a realizar, como la destitución de los corruptos del CNM; destituir a ministros con sospecha de vínculos oscuros; convocar a la comisión Wagner; y plantear el referéndum que se cumplió ayer y al que se opuso radicalmente el fujiaprismo. El referéndum tiene la grave deficiencia de que, si bien permitirá crear una institución que reemplace al CNM con la esperanza de poder tener jueces y fiscales honestos y capaces, y ayudará a fiscalizar mejor el financiamiento de campañas electorales –un instrumento clave de la corrupción–, deja un peor sistema político: sin bicameralidad ni reelección congresal. Tiene, sin embargo, el valor –que no es poca cosa– de haber permitido un canal de desfogue social para que la ciudadanía exprese su rechazo por el asco de una política y de un Congreso corrupto y mediocre que constituye una verdadera vergüenza. El tremendo espaldarazo político que el país le dio ayer al presidente Vizcarra obedece a que él se puso contra esa corrupción, mientras que Alan García y Keiko Fujimori –los principales opositores al referéndum– no solo se pusieron de lado de esa corrupción, sino que todo apunta a que ellos son parte fundamental de esa corrupción.