Se esfuma. Partido fujimorista ha casi desaparecido en Arequipa. Solo presentó tres candidaturas en toda la región en el último proceso electoral. No tuvo éxito. ,Las últimas elecciones municipales y regionales fueron un duro revés para el partido fujimorista, Fuerza Popular solo consiguió ganar tres alcaldías provinciales en todo el país. La realidad no difiere en la región Arequipa, donde solo presentó tres candidaturas y ninguna salió electa. Arequipa siempre fue catalogada como un bastión antifujimorista. En 1997, sus habitantes rechiflaron al entonces presidente Alberto Fujimori en el estadio de la UNSA. En el 2000, le lanzaron piedras en un mitin. Pero, con el paso del tiempo, en los comicios presidenciales de 2016, su hija Keiko Fujimori logró un 24% de votos válidos. Solo dos años después, la actividad del partido naranja en la ciudad es casi nula. Keiko cumple prisión preventiva por 36 meses, mientras es investigada por lavado de activos. PUEDES VER: De vender plásticos en la calle a tener más de un millón de soles Una muestra: el partido que controla el Congreso no tiene ningún local visible en la ciudad. Las antiguas sedes de campaña de 2016 lucen cerradas. Analizan derrota El coordinador regional de Fuerza Popular, Elard Salas, señala que la escasa actividad partidaria responde a que no vivieron una coyuntura electoral en la ciudad. Como varios movimientos regionales, se activan en época de votación. Sin embargo, afirma que aún mantienen reuniones partidarias, las que se desarrollan en su oficina personal, en Umacollo. El dirigente de Fuerza Popular no admite la derrota electoral del 7 de octubre. Indica que la directiva era no participar, porque consideraban que el proceso estaba destinado a los movimientos regionales. “Nuestro objetivo es la presidencia”, dice. Sin embargo, hubo candidaturas. Salas dice que fue a insistencia de los propios candidatos. En Arequipa, participaron en los distritos de Chala, Acarí y Bella Unión (Caravelí). Los resultados fueron adversos. La mejor votación fue 10.89% en Acarí. En Chala, se llegó al 4.96% y, en Bella Unión, a 3.37%. Para Salas, los resultados no significan una desaprobación contra Keiko Fujimori o el partido naranja. Cree que, en las elecciones locales y regionales, la gente evalúa a los candidatos antes que a sus organizaciones. Entre los derrotados, está Camilo Cárcamo, quien postuló al distrito de Chala. También candidateó al Congreso en 2016 por las mismas filas. A diferencia de Salas, acepta que la caída en la aprobación de Keiko Fujimori afectó su votación. Culpa a una campaña mediática en su contra: “El único objetivo es el fujimorismo, no hay otra cosa de qué hablar y eso hace mella”. ¿Fin de Fuerza Popular? La prisión preventiva contra Keiko Fujimori llegó en su pico más bajo de popularidad, junto a la imagen de la bancada de Fuerza Popular. Un sondeo de opinión la ubicaba como el personaje más corrupto del Perú. Algunos exmiembros de Fuerza Popular, como Freddy Lozano, señalan que es el fin del partido naranja. PUEDES VER: Tres universidades del sur en ránking de Latinoamérica Lozano fue candidato a la alcaldía de Arequipa por Fuerza Popular en 2014, sin éxito. En 2015, realizó trabajo partidario a lo largo de la región. En febrero de 2016, renunció al movimiento, en desacuerdo por el perfil de los candidatos de la plancha congresal. Él no fue incluido en la relación. Según Lozano, la encargada de armar la lista de candidatos fue Ana Herz de Vega, asesora de Keiko Fujimori, contra quien también se pide prisión preventiva. Junto a Lozano, renunciaron excandidatos del proceso electoral del 2014. Algunos fueron al aeropuerto Rodríguez Ballón a increpar a Keiko durante su visita de febrero del 2016, generando la reacción violenta de Pier Figari (otro que caería en prisión preventiva), Ana Herz de Vega y Joaquín Ramírez. Lozano niega que haya organizado la protesta, pero cree que allí empezó la derrota electoral de Keiko. “Se mostraron tal como son”, responde. Confían en cambiar la cara del fujimorismo para próximos años Elard Salas asevera que la votación de 2016 fue por el trabajo de bases y el voto duro del fujimorismo, aunque no lo precisa en porcentajes. Añade que reempadronarán a sus simpatizantes y harán trabajo de organización. La crisis los fortalecerá, asegura. Por su parte, Camilo Cárcamo dice que el mal momento no es motivo de desesperación. El año 2000, Alberto Fujimori renunció a la presidencia por fax y, en 2009, fue sentenciado por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. Opina que el desencanto hacia los próximos gobiernos virará la mirada de la gente al fujimorismo.