Hoy se cumplen 25 años de importante diligencia que comprobó que los cuerpos hallados en Cieneguilla correspondían a estudiantes de la Universidad La Cantuta. ,La Cantuta: 25 años después de probarse que las víctimas eran estudiantes,La Cantuta: 25 años después de probarse que las víctimas eran estudiantes,La Cantuta: 25 años después de probarse que las víctimas eran estudiantes,El 20 de agosto de 1993, el fiscal Víctor Cubas Villanueva, responsable de la investigación del "Caso La Cantuta", realizó una diligencia fundamental para comprobar que los cuerpos encontrados en Cieneguilla pertenecían a estudiantes universitarios. La diligencia buscó probar que el manojo de llaves encontrado en el lugar del crimen correspondían a universitarios de esta casa de estudios. En efecto, una de ellas correspondía a Juan Mariños Figueroa, secretario general del Centro Federado de Electrónica de La Cantuta. PUEDES VER Fiscalía solicitó que aportes de Fuerza Popular continúen investigándose El fiscal Cubas, reveló también que otro manojo de llaves encontrado en los cadáveres incinerados, pertenecía a otro estudiante de Electrónica. Se trataba de Armando Amaro Cóndor. La Fiscalía lo comprobó porque una de las llaves abrió una vivienda de su familia ubicada en La Victoria. Había transcurrido un año desde que sus parientes los buscaban. Progresivamente el fiscal Cubas comprobó que, en efecto, los cadáveres encontrados eran de un docente universitario y nueve alumnos universitarios. Hasta hoy, cinco víctimas continúan desaparecidas. Los parientes piden a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) anular el indulto al autor intelectual de este crimen de lesa humanidad. El 2009, el exdictador Alberto Fujimori fue sentenciado a 25 años de prisión por ser autor intelectual de esta matanza y la de Barrios Altos. El crimen fue perpetuado por el Grupo Colina, destacamento paramilitar de la dictadura fujimorista que aplicó la guerra no convencional para enfrentar la subversión sin éxito. El crimen de La Cantuta data del 18 de julio de 1992. Aunque el exlider del Grupo Colina, Martín Rivas, justificó el crimen acusando a los estudiantes de ser presuntos culpables del atentado a Tarata, la investigación de la Fiscalía concluyó que las víctimas no eran senderistas.