La foto imposible de los ex presidentes peruanos vivos.,La cita políticamente más interesante de la visita del Papa ocurrió con los obispos, entre comentarios y pedidos de selfies, que se transmitió en directo con transparencia elogiable. Con Juan Luis Cipriani sentado a su derecha -en todos los sentidos-, Francisco invocó a los obispos a trabajar por la unidad, un tema álgido porque, precisamente, el cardenal ha dividido la iglesia peruana al querer ponerla al servicio de causas políticas. El Papa no habló en el Perú sobre otro tema álgido, el de pederastas en el Sodalicio, aunque sí lo hizo en la conferencia de prensa en el avión de regreso a Roma gracias a la muy pertinente pregunta del periodista Ghiovani Hinojosa de La República. A Francisco le habría ido mucho mejor en su valiosa visita al Perú si hubiera hablado acá de esa manera, y es de esperarse, entonces, que ahora la iglesia deje de blindar a Luis Fernando Figari y facilite, como corresponde, su entrega a la justicia peruana. Y que quienes lo han defendido aquí, como Fuerza Popular, desistan en su empeño lamentable. Pero lo políticamente relevante vino al final cuando Francisco les preguntó a los obispos “¿qué pasa en Perú que cada vez que sale un presidente lo meten preso? Humala está preso, Toledo está preso, Fujimori estuvo preso hasta ahora y Alan García está que entro y no entro; y presos con rabia, ¿no? El sistema llama la atención”. Es obvio que no todos los casos son iguales, pues entre Toledo y Humala hay diferencias sustantivas, y también pudo haber considerado al presidente actual por las investigaciones en marcha. Lo que también llama la atención es la pésima reputación del ex presidente García dentro y fuera del país. La pregunta del Papa Francisco hizo recordar el comentario reciente del presidente ecuatoriano Lenin Moreno en Trujillo: “En Ecuador no hay expresidentes presos pero no perdemos las esperanzas”. La verdad, es bochornosa la dificultad para reunir a los ex presidentes peruanos vivos -incluido al que está en ejercicio-, para una foto o alguna cita como la llegada de un Papa, a diferencia, por ejemplo, de Chile, país en donde esto es frecuente. O en Estados Unidos, aunque eso está cambiando por el impresentable de Donald Trump, cuya penuria salta a la vista si se compara con Barack Obama, quien se luce como un gran ex presidente, respetable en todo sentido, en la muy recomendable entrevista que le hace David Letterman en Netflix, la cual no debieran perderse todos nuestros ex presidentes, la mayoría perdidos en su posverdad de mediocridad y corrupción.