Hora punta. La vigilancia paciente y cotidiana de los senderistas facilitó la ubicación de los que estaban relacionados con la casa de Los Sauces donde estaba la guarida de Guzmán.,La identificación de “Sotil” y “El Zorro” resultó clave para la captura de Abimael Guzmán,La "Operación Isa" permitió el descubrimiento de una red de casas y de contactos. Poco a poco los agentes del Gein identificaban a los que entraban y salían de la vivienda de "Isa". Y el seguimiento a estos a su vez condujo a los detectives a otras residencias. Las dos más importantes quedaban en la Calle 2, Nº 459 , en la Urbanización Mariscal Castilla, en Monterrico Norte, y fue intervenida el primero de junio de 1990, como parte de la "Operación Isa". Y el 31 de diciembre de 1991 fue intervenida la segunda residencia, en la calle Buenavista Nº 265, en Chacarilla del Estanque, San Borja. Había una coincidencia. Las dos casas estaban muy cerca al Cuartel General del Ejército. En la primera vivienda se encontraron documentos claves de la organización terrorista y en la segunda evidencias de que en ese lugar había estado instalado hacía poco Abimael Guzmán. Los senderistas de la calle Buenavista se dieron cuenta de que estaban vigilados, por lo que decidieron mudar varias cajas a otra vivienda, en Balconcillo, que también fue intervenida el 31 de diciembre de 1991. Pero aparte de estas incursiones, lo más importante probablemente la plena identificación de un sujeto que se contactaba con frecuencia con importantes "cuadros" (militantes calificados). Por su versatilidad para escabullirse, los detectives lo apodaron "Sotil", por el famoso futbolista. PUEDES VER Nuestro especial 'Yo capturé a Abimael' El coronel PNP, Vicente Tuburcio Orbezo, fue parte de ese operativo y así lo rememoró: Nuestro principal objetivo fue “Sotil”. Era el administrador de la Academia César Vallejo. Se trataba del senderista Luis Alberto Arana Franco. Cuando lo ubicamos, hicimos vigilancia de su casa en Lince. Queríamos saber quiénes trabajaban con él. A su casa llegó Angélica Salas de la Cruz, miembro de la cúpula senderista. Pero entonces yo no sabía quién era ella. Poco después salió del inmueble una señora con una máquina de escribir, subió a un Volkswagen beige y condujo hasta la segunda casa de Abimael Guzmán, en la calle Buenavista, en San Borja. Determinamos que era Nelly Evans Risco, una ex monja entregada al senderismo. Durante los periodos de vigilancia que me correspondió, llegaban a la vivienda vehículos con personas dentro camufladas. Eso me pareció sumamente sospechoso. Vimos cómo Angélica Salas ordenaba a los dirigentes Yovanka Pardavé Trujillo y Tito Valle Travesaño a que se ocultaran en el vehículo y les colocaba chompas en el rostro para que no vieran nada. Esperamos que en algún momento apareciera Abimael Guzmán saliendo de esa casa, o de alguna otra forma, pero nunca lo vimos. Cuando estábamos en plena vigilancia noté que Angélica Salas y Nelly Evans comenzaron a mover algunas cosas hacia una casa en La Victoria, así que decidimos intervenir. Al entrar no encontramos a nadie. Pero hallamos manuscritos, documentación y la cámara filmadora con un casete dentro. Encontramos el video de “Zorba, el Griego”, y con ese material pudimos identificar a todos los miembros de la cúpula senderista del Comité Central. "Sotil", Luis Arana Franco, detenido el 22 de junio de 1992, terminaría por colaborar con el Gein. Había sido seguido y filmado por varios meses. Uno de sus contactos más frecuentes era un personaje que se hacía llamar Germán Sipión Távara. Este terrorista recibía dinero para la manutención del refugio de Abimael Guzmán y de la cúpula. Su verdadera identidad era Zenón Vásquez Cárdenas, "El Zorro". Clave para asestar el golpe final. De no haber sido capturado Zenón Vargas el 12 de setiembre por la tarde, quizás no habría sido posible ingresar horas después a la casa de Los Sauces donde estaba Guzmán porque Vargas pudo haber dado la voz de alerta. Mayor PNP (r) José Luis Gil: "¡Ya tenemos al Zorro!" Testimonio del mayor José Luis Gil: "El Zorro" era el coordinador nacional de Sendero. Ubicamos su casa y descubrimos que tenía una doble vida. Si tú persigues a alguien que tiene mucha relación con el jefe, vas a llegar al jefe tarde o temprano, es cuestión de paciencia. A las 4 de la tarde 12 de setiembre de 1992, cuando vigilábamos la casa de "El Zorro", nos avisaron que salía a la avenida México con dirección a Balconcillo, así que tomamos la decisión de capturarlo. Se dio cuenta, pero ya era demasiado tarde. Lo detuvimos, lo enmarrocamos, lo revisamos, le quitamos unos documentos y lo metimos en un carro, encapuchado. Llamó Benedicto Jiménez. “¿Cómo va ‘El Zorro’?”, me preguntó. “¡Ya lo tenemos!”, le respondí. Fue un momento tremendo. Jiménez me llamó a su oficina. Me preguntó por qué la operación se tenía que hacer el sábado 12 y no el martes 15 de setiembre. Le contesté que yo sentía que se iba a ir y no podíamos esperar que se fugara Abimael. Además, yo le ofrecí todo lo que tenía: mi poca jerarquía, los dos galones que tenía. Así que le dije: “Si esto sale mal, y si él (Abimael Guzmán) no está ahí (en la casa de Los Sauces), mañana mismo pido mi baja y me voy a hacer otra cosa porque no sirvo para ser policía”.