Escribe: Czar Gutiérrez
En principio, Norte y cuerpo celeste se despliega como una muestra que combina sensibilidad doméstica y rigor artístico al articular obra reciente de Verónica Luján y Miguel Aguirre junto a la presencia creativa del pequeño Mikel, su hijo de 4 años.
Integrando pintura, instalación, performance y objetos cotidianos, propone una entrada poco habitual al universo familiar. No apelan a la nostalgia, lo hacen desde la lucidez porque convierten lo íntimo en pensamiento visual. Y de esa manera el hogar se vuelve laboratorio, archivo en expansión y plataforma de reflexión sobre cómo las dinámicas afectivas moldean la producción artística contemporánea.
Pliegue filial
Aguirre señala que el proyecto nace del deseo de comprender “cómo la infancia reactiva una forma de percepción que los adultos hemos perdido”. Para él, la presencia de Mikel reconfigura la autoría: “Nos interesa que la obra no represente a la familia, sino que funcione como un espacio donde coexistimos creativamente”. Luján, por su parte, enfatiza la dimensión emocional de la muestra: “Trabajo desde la atmósfera. La maternidad reorganizó mi manera de mirar, de entender los colores, los ritmos, los silencios. La obra se volvió un espejo de esos desplazamientos afectivos”.
Ambos insisten en que la performance “Ensayo para un lanzamiento” surgió de un gesto cotidiano: “Leer antes de dormir es un ritual. Al llevarlo al espacio expositivo descubrimos que esas frases suaves, casi murmuradas, tienen un poder escultórico. Construyen un paisaje emocional”.
La muestra también funciona como cruce de rutas personales y profesionales. Aguirre, con una trayectoria consolidada en pintura e investigación visual, ha explorado durante años los pliegues entre historia, política y representación. Sus obras dialogan con la memoria colectiva y el archivo, pero aquí ensaya un desplazamiento hacia el territorio afectivo sin abandonar la lucidez crítica que caracteriza su producción.
Luján, artista visual con una práctica centrada en lo atmosférico, lo relacional y lo poético, ha trabajado desde instalaciones y pinturas que exploran la intimidad, la percepción emocional y los microclimas afectivos. Su obra establece puentes entre lo doméstico y lo cósmico, convirtiendo gestos mínimos en constelaciones simbólicas. En Norte y cuerpo celeste consolida una línea de investigación que vincula maternidad, materialidad y memoria.
Como dupla, Aguirre y Luján han articulado un diálogo que supera la colaboración: hablan de “convivencia creativa”, de un modo continuo de habitar la obra. La incorporación de Mikel —no como sujeto representado sino como coautor afectivo— evidencia un interés por expandir la noción misma de práctica artística.
"Norte y cuerpo celeste" de Verónica Luján y Miguel Aguirre. Imagen: Difusión.
Cartografía íntima
Desde lo conceptual, Norte y cuerpo celeste viaja hasta esas fronteras difusas que van del archivo a la experiencia, del juego al conocimiento. De manera que la infancia aparece aquí como una ontología del presente. Como un modo de habitar la percepción sin las capas de anticipación o desgaste que impone la adultez. Esta idea conecta con teorías contemporáneas del afecto, donde la experiencia emocional se entiende como tecnología de sentido.
La muestra redefine la práctica artística desde una perspectiva relacional, pero evitando los lugares comunes del “arte colaborativo” porque su gesto es mucho más radical: los artistas, esposos en la vida real, no trabajan juntos: construyen un sistema de percepción compartida. Las planchas de stickers vacías —rastros geométricos del juego infantil— funcionan como diagramas de aprendizaje, como partituras mínimas de un pensamiento emergente.
La performance abre otro flanco: convierte el acto de leer en una topología del cuidado. Aquello que suele quedar fuera del campo artístico —las frases rutinarias, las advertencias suaves, los cuentos repetidos— se revela como arquitectura emocional. Al final, Norte y cuerpo celeste propone un desplazamiento del centro gravitacional del arte hacia la vida cotidiana como expansión del campo perceptivo. Así, la familia —que es tema, método y plataforma— se hace constelación.
...
Mueve Galería
📍 Pérez Roca 244, Barranco
🗓 Hasta el 13 de diciembre 2025.
🕒 Mar-sáb 11 a.m. – 7 p.m. - Ingreso libre

CINEPLANET: 2 entradas 2D + 2 bebidas grandes + Pop corn gigante. Lunes a Domingo
PRECIO
S/ 47.90
ALMUERZO O CENA BUFFET + Postre + 1 Ice tea de Hierba luisa en sus 4 LOCALES
PRECIO
S/ 85.90
CINEMARK: Entrada 2D - opción a combo (Validación ONLINE o mostrando tu celular)
PRECIO
S/ 10.90
PERULANDIA: 1 Entrada +Vale de 30 soles + bosque encantado + piscinas + Perusaurus en Huachipa
PRECIO
S/ 49.90