La migración venezolana

Entre el 2018 y el 2022 han llegado al Perú alrededor de 1 millón 500.000 migrantes de origen venezolano. El porcentaje de mujeres es del 50,6%. Las cifras corresponden a un estudio realizado por el Acnur sobre representación de las mujeres refugiadas y migrantes en medios de comunicación.

Los resultados son sorprendentes. Pese a la notoriedad que se les ha dado a las noticias que vinculan con el delito a los ciudadanos extranjeros, solo un 0,5% del total de las denuncias de hechos delictivos presentadas entre el 2016 y el 2019 corresponde a habitantes venezolanos. Según el estudio estadístico de enero del 2023 del INPE, únicamente el 4% de la población penal es de origen extranjero y solo hay 98 mujeres venezolanas en los establecimientos penitenciarios.

Se ha realizado en esta investigación un monitoreo de medios y redes sociales, así como de artículos aparecidos en plataformas digitales de más de 600 autores que han cubierto el tema de la migración venezolana.

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De este estudio se desprende que el 47% de la cobertura periodística en medios de comunicación está enfocado en temas de seguridad. El 39% abordó historias de la inclusión de la población venezolana. La mayor parte de las noticias “potencian un tono negativo respecto a las personas de Venezuela, sugiriendo en las notas la idea de un aumento de criminalidad y que los delitos están directamente ligados a los migrantes”.

Solo el 13% de las declaraciones monitoreadas fueron positivas en torno a la migración venezolana, el 64% fueron notas sobre la criminalidad, y el 34% corresponde a artículos negativos frente a los migrantes.

Este estudio se ha dado a conocer en la fecha en la que se conmemora el Día Internacional del Migrante y en la cual reflexionamos sobre los beneficios que reciben países, comunidades, familias y personas con este proceso.

Se trata de exigir que la institucionalidad, legislación y las políticas públicas que conforman la gobernanza migratoria se basen en un enfoque de derechos. Entre ellos, el derecho al buen nombre y la reputación. Las generalizaciones en torno a la migración venezolana son inexactas y tienen un componente de xenofobia inaceptable. Es cierto que llegaron delincuentes, pero se trata de un número insignificante frente a la buena gente que ahora vive en Perú.