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Opinión

Agradecer en el Perú, por Sonaly Tuesta

"Agradecer es lograr que la indiferencia desaparezca porque aquí somos indiferentes con ella. Siempre".

larepublica.pe
TUESTA

¿Es portarse bien y demostrar que somos merecedores del favor recibido?

¿Es devolver con más solidaridad por el hecho de que hayan sido solidarios contigo?

¿Es respetar los códigos y ejecutar el ritual con respeto a pesar de no ser hijo real de la comunidad?

¿Es poner en práctica la reciprocidad vivida y buscar el bien común?

¿Qué significa en realidad?

Ser agradecido con la tierra es empollerarse y cantar a las flores. Aceptar la licencia y ponerse una máscara para ser awkish o avelino. Inventarse de colores y quedarse en el paisaje como herederos de don Andrés Avelino Cáceres, el Brujo de los Andes. Perseguir al wamani hasta la cumbre del cerro, exponer la ofrenda del año pasado y preparar una nueva con más hojas de coca, frutas y pica pica. Danzar satirizando a los patrones o imitando a las aves y a las plantas que se mueven con rapidez, porque el viento arrecia a las cinco de la tarde.

Ser agradecido en el Perú es asumir la costumbre y dejar lana de oveja bajo el altar de la Virgen de las Mercedes de Incahuasi (Lambayeque). Ella es protectora de los animales de esta zona y su buena voluntad del año pasado tiene que ser reconocida y evocada nuevamente, como cuando los yáneshas llegan al santuario del dios Yompor Yompere y dejan regalos, canastas llenas de yuca, pócimas preparadas con las hierbas medicinales, hojas de tabaco, el collur o planta roja que cura los males del corazón, la ancojacha que ayuda a que el cabello no se caiga.

Dicen que los ilumina el segundo sol. Antes de subir al cielo, les advirtió con gentileza: “The’pa’napa’ o’ch awerren néntaño. Allotcha’ nexhoyo’tamhpe’swerres” (‘yo me voy al cielo desde donde los voy a alumbrar’).

Agradecer es poner en práctica la reciprocidad y la solidaridad, valores que nos humanizan e identifican. Agradecer es tener claro lo que significa empatía. Agradecer es lograr que la indiferencia desaparezca porque aquí somos indiferentes con ella. Siempre.