La transformación del Gobierno es un mandato imperativo que se debe realizar en el corto plazo con el objetivo de hacerlo ágil y dinámico, transparente y eficaz. De esa manera, se podrá mejorar la gestión pública, enfrentar con éxito la corrupción, elevar la calidad de la inversión pública, fomentar la inversión privada y democratizar el acceso al conocimiento.
Para que dicha transformación se haga realidad es necesario consolidar la transformación digital del Gobierno. Al respecto, propongo un modelo que permita consolidar un Gobierno digital, considerando los diversos factores que lo determinan, tal como se muestra en la figura.
Como vemos, es fundamental contar con una moderna, inteligente y segura infraestructura digital, concebida con los últimos adelantos tecnológicos. Es decir, construir una súper vía de comunicación con fibra óptica por donde la información viaje a la velocidad de la luz, haciendo uso de la tecnología satelital y celular de última generación. Un centro nacional de datos con un plan estratégico de ciberseguridad.
Dicha infraestructura servirá de base del Gobierno digital, que luego será el soporte de la economía digital, desarrollo social digital y un desarrollo sostenible digital. En esta tarea, los diversos estamentos del Gobierno, la academia, los emprendedores, las empresas operadoras de telecomunicaciones y las empresas tecnológicas juegan un rol importante.
Para el buen funcionamiento del Gobierno digital se requiere hacer realidad la interoperabilidad, la identidad digital y la gobernanza. Para ello, se cuenta con la política de Estado 35, Acuerdo Nacional, el Plan Estratégico de Desarrollo Nacional al 2050 - CEPLAN, Política Nacional de Transformación Digital – SGD y la ley de banda ancha, entre otros.
Con este modelo podemos impulsar y fortalecer la economía digital, consolidando una matriz productiva con valor agregado y que sea diversificada, que permita convertir nuestras ventajas comparativas en competitivas. Promover la industria de la mente desarrollando y comercializando software y aplicativos digitales, plataformas de pago, billeteras digitales, agricultura de precisión, turismo digital y otras actividades.
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En este proceso, encontramos las tareas del desarrollo social digital, destacando los servicios de salud, educación, seguridad y el fomento de la participación ciudadana. Hoy la tecnología nos facilita construir hospitales digitales, tener historias clínicas electrónicas y establecer la telesalud. Contar con aulas y bibliotecas virtuales, hacer uso de la inteligencia artificial que nos facilita la enseñanza. Las cámaras de videovigilancia con reconocimiento facial nos dejan mejorar nuestro sistema de seguridad ciudadana. El Gobierno digital nos da la posibilidad de tener un Gobierno abierto para fomentar la participación ciudadana.
El cambio climático y la contaminación del ambiente se pueden monitorear con plataformas digitales, así como vigilar el aforo de los ríos o alertar a la población sobre los riesgos y desastres ocasionados por inundaciones, deslizamientos y terremotos. Actualmente, está en proceso de instalación el Sistema de Mensajería de Alertas Tempranas (Sismate) a cargo del MTC.
Este modelo busca el bienestar del ciudadano, que debe recibir los servicios con calidad —sean estos ofrecidos por el Gobierno o la empresa privada—. Impulsa la alfabetización digital para que adquieran nuevas habilidades y que puedan navegar con facilidad. Busca que sientan el beneficio de la conectividad digital accediendo a datos, sin dejar de lado la implementación de plataformas de ciberseguridad y filtros para protegerlos de los delitos informáticos. El Gobierno digital, por ser una necesidad pública, debe hacerse realidad.