El dengue –enfermedad transmitida por mosquitos en climas tropicales y semitropicales– en el Perú está llegando a cifras récord de contagio debido a la pobre respuesta sanitaria ante las secuelas por las lluvias e inundaciones.
El Minsa reporta que hasta la semana 14 del 2023 se han notificado más de 41.376 casos, mientras que en 2022, en el mismo periodo, fueron 22.753. El incremento no solo es en Perú; Argentina, por ejemplo, sufre una explosión, con más de 56.000 infectados en lo que va del año.
Luego de la pandemia, el sistema sanitario quedó muy afectado y ahora se perciben los efectos: la falta de prevención, la oleada de mosquitos por el calor y las aguas empozadas no tardaron en llegar, además de la poca capacidad de diagnóstico, que mostraría el avance del mal y ser útil para el rastreo y la acción conjunta para frenar el contagio.
Se conoce que en las postas médicas de las zonas más vulnerables no hay reactivos y lo que se hace es evaluar síntomas para diagnósticos que no son tan fiables, con lo que las cifras oficiales de casos detectados no son las reales.
El ejemplo de lo que ocurre es una localidad en Piura. Los vecinos reunieron el dinero suficiente para una campaña de fumigación contra el mosquito Aedes aegypti casa por casa. El sector Salud les dijo que no tenían prioridad, porque no tenían muchos casos, por el momento.
Ese es un mero ejemplo de la acción contra el dengue. El poco sentido de la prevención y mucha burocracia hacen que se multiplique la enfermedad y también que se incremente el número de fallecidos. En años anteriores y sin mayor crisis climática como ahora, en la campaña de prevención contra el dengue se distribuían bolsitas purificadoras del agua para reservorios, lo que evitaba la proliferación de las larvas, así como mucha difusión para mantener bien tapados los depósitos de agua. Además del uso de repelentes y tules para prevenir la picadura en niños.
Los síntomas son fiebre, dolor de huesos y jaquecas. Ante la patología grave, sarpullido y hemorragias, la atención sanitaria es urgente. El 95% de los casos de dengue no requiere internamiento porque son leves, pero hay que seguir con atención la evolución de la enfermedad y acudir al médico para descartar problemas mayores. Tome precauciones y evite a toda costa la proliferación de los mosquitos.