Fue en 2023 cuando se reportó en Colombia el primer accidente vehicular ocasionado por un hipopótamo. El hecho ocurrió en la vía nacional, a pocos kilómetros de la Hacienda Nápoles. Años antes, en 2009, la caza de un hipopótamo llamado Pepe desató un debate mundial sobre las medidas lícitas en el control de las especies invasoras.
La presencia de este inmenso animal, originario de África, en tierras colombianas no es una cuestión del azar. El responsable de su llegada fue el narcotraficante Pablo Escobar, quien importó cuatro ejemplares de un zoológico de Estados Unidos a su hacienda en Cali. Sin embargo, la población de hipopótamos no ha parado de crecer y representa un verdadero problema para las autoridades del país.
La presencia de los hipopótamos en Colombia fue un capricho de Pablo Escobar. Es bastante conocida la afición del narcotraficante por la colección de animales exóticos en su Hacienda Nápoles. El zoológico personal de Escobar, que contaba con una extensión de 1.600 hectáreas, albergó más de 1.500 especies extrañas para la geografía colombiana. Una de ellas fue la de cuatro hipopótamos, un macho y tres hembras, de la especie común (Hippopotamus amphibius), naturales del África subsahariana, que llegaron desde un zoológico de Estados Unidos.
Debido al colosal tamaño de estos animales, las autoridades no pudieron controlarlos luego de la intervención en la Hacienda Nápoles. Los hipopótamos escaparon, poblaron el río Magdalena y se reprodujeron a una velocidad increíble. De los cuatro ejemplares originales, se estima que en 2024 ya existen 170 en Colombia.
Según un informe del Instituto Humboldt y del Instituto de Ciencias Naturales, se han identificado siete grupos poblacionales de estos animales. Asimismo, la investigación estima que la población de hipopótamos ascienda a casi 1.500 individuos para 2040.
Gracias a que en Colombia no poseen un depredador natural ni comunidades rivales, los hipopótamos alteran la estructura del terreno para adaptarlo a sus necesidades. Asimismo, estos animales consumen hasta 50 kilos de plantas al día, lo que representa un impacto significativo en la vegetación local. Su enorme peso también está deteriorando el terreno mientras se desplazan por la zona.
Además, debido a su tamaño y voracidad, la liberación de sus heces en el agua desencadena un proceso de acumulación de residuos llamado eutrofización, que favorece la proliferación de ciertas algas. Este proceso reduce el oxígeno del agua, que es fundamental para la supervivencia de los peces.
Originalmente fueron 4 los primeros hipopótamos que llegaron a Colombia. Foto: Instituto Alexander von Humboldt