Federico Britto se convirtió en el primer latinoamericano en enviar las cenizas de su padre al espacio como último deseo, pues esperaba que de esa forma vea a sus nietos. Había muchas posibilidades de que se cumpliera la voluntad de Eduardo Britto, ya que su hijo trabajaba como fabricante de piezas para cohetes.
La empresa de Federico se llamaba Last trip, your star in the sky, es decir, 'Último viaje, tu estrella en el cielo', cuyo objetivo es “dar la oportunidad de trascender al plano del planeta. Hacemos tanto el envío de cenizas como de archivos digitales: uno puede enviar fotos y mensajes y hacer que queden en el espacio por años”, explicó al medio de Argentina, Clarín.
PUEDES VER: La noche en que 21 ovnis fueron detectados en Brasil: “El caso con más testigos en el planeta”
La empresa de Federico se llama Last trip, your star in the sky, es decir, 'Último viaje, tu estrella en el cielo'. Foto: Clarín
El argentino contó que las cenizas fueron colocadas en “un módulo que tiene varias celdas individuales. Entra un gramo por compartimiento. Este dispositivo después va adherido al satélite y es llevado al espacio en un cohete de Space X [la empresa de Elon Musk] que lo deja en órbita. El satélite tiene un sistema de propulsión que hace que quede en el espacio por lo menos por cinco años”.
Cada gramo costó 2.500 dólares por gramo y el día de la grabación se compartió el link a la familia para que siguieran el despegue en vivo. Asimismo, tienen conocimiento de dónde exactamente fue ubicado gracias a la aplicación NORAD.
El módulo en el que estuvieron las cenizas de las seis personas fallecidas para ser enviado al espacio. Foto: Clarín
Con respecto a los pagos, aclaró que pueden realizarse en cuotas, además que hay posibilidades de que “fotos, mensajes, publicidad especial y arte puedan ser enviadas y guardadas en el espacio”, finalizó.
El primer despegue fue el pasado 3 de enero en un vuelo llamado Liberty Flight. Desde Cabo Cañaveral, principal centro de actividades espaciales, un cohete trasladó a 6 pasajeros al satélite. Entre ellos estaba el padre de Federico e India, un perro Collie barbudo. El resto eran otros argentinos.