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La MARAVILLA de ingeniería en América Latina que une al mundo: conecta dos océanos y fue controlada por Estados Unidos

Esta obra transformó al mundo hace 100 años. Luego de que Estados Unidos dejara su administración, el país de Latinoamérica en el que se encuentra se consolidó como un factor clave para las rutas marítimas a nivel global.

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Estados Unidos dejó de controlar está maravilla de la ingeniería en América Latina en 1999. Foto: composición LR/Jazmin Ceras/AFP

América Latina cuenta con una obra de ingeniería que ha revolucionado el mundo desde su apertura hace más de un siglo. Esta monumental construcción une dos océanos, permitiendo el tránsito marítimo entre continentes y consolidando a Latinoamérica como un punto clave en las rutas comerciales globales. Tras más de 100 años en funcionamiento, su importancia continúa creciendo, siendo esencial para las economías que dependen del comercio internacional y para la industria marítima.

Estados Unidos jugó un papel crucial en la construcción y control de esta obra durante gran parte del siglo XX, hasta que dejó la administración en 1999. Este cambio representó un hito en la soberanía de la nación latinoamericana y consolidó su influencia global. Hoy, este proyecto es un símbolo del ingenio humano y un factor clave en el mundo, permitiendo que embarcaciones de todas partes optimicen sus rutas y costos al cruzar entre dos océanos.

¿Cuál es la maravilla de ingeniería en América Latina que conecta dos océanos y fue controlada por Estados Unidos?

El Canal de Panamá, una de las más grandes proezas de la ingeniería moderna en América Latina, juega un papel esencial en el comercio global. Inaugurado en 1914, revolucionó las rutas marítimas al unir el Océano Atlántico con el Pacífico, permitiendo a los barcos ahorrar miles de kilómetros en sus trayectos. Su impacto va más allá de la logística, ya que reduce costos operativos para la industria naviera y beneficia a las economías de numerosos países que dependen del comercio internacional.

Con más de 14.000 tránsitos anuales, el Canal de Panamá sigue siendo un pilar estratégico para el comercio mundial. En 2016, su ampliación para recibir buques más grandes, conocidos como "Neo-Panamax", aumentó aún más su relevancia. La administración panameña ha modernizado continuamente esta ruta, asegurando su competitividad y su papel central en la economía global.

El Canal de Panamá comenzó a funcionar en 1914. Foto: Autoridad del Canal de Panamá

El Canal de Panamá y el control de Estados Unidos

Contrario a lo que se cree, Estados Unidos no inició la construcción del Canal de Panamá. Fue un proyecto francés encabezado por el ingeniero Ferdinand de Lesseps, responsable del Canal de Suez. Sin embargo, el esfuerzo europeo fracasó debido a problemas técnicos y enfermedades. En 1903, tras firmar un tratado con Panamá, EE. UU. retomó el proyecto, comprando los derechos y propiedades de la Compañía Francesa del Canal en 1904. Finalmente, completó su construcción en 1914.

Desde su apertura, el canal fue controlado por los estadounidenses hasta el 31 de diciembre de 1999, cuando Panamá asumió su administración en cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Este traspaso no solo marcó el fin de décadas de influencia de la nación norteamericana, sino que también fortaleció la soberanía panameña, consolidando al país de América Latina como un actor clave en el comercio marítimo internacional.

¿Cómo funciona el Canal de Panamá?

El Canal de Panamá, una de las mayores maravillas de la ingeniería en el mundo, opera mediante un ingenioso sistema de esclusas (compartimentos) que permite a los barcos cruzar el istmo de Panamá entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico. Estas esclusas funcionan como "escalones" de agua que elevan las embarcaciones hasta el nivel del Lago Gatún, permitiéndoles atravesar la vía fluvial, y luego las descienden nuevamente al nivel del mar al llegar al otro océano. Este proceso no solo facilita el comercio global, sino que también representa una solución eficiente para evitar el largo y costoso recorrido por el extremo sur de América Latina.