Cuando se habla de millonarios, a menudo se mencionan historias de grandes empresarios que construyeron su negocio desde cero, así como aquellos que simplemente tuvieron la suerte de heredar su riqueza. Sin embargo, algunos pueden amasar fortunas al encontrar riquezas en la naturaleza.
En 2017, Kalel Langford, un joven de 14 años en ese entonces, se convirtió en millonario tras encontrar un objeto valuado en casi un millón de dólares en el Cráter de Diamantes, un parque estatal de Arkansas, Estados Unidos. La historia de Kalel es un ejemplo de cómo una simple visita familiar a un parque puede resultar en una fortuna inesperada.
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Kalel Langford y su familia pagaron 10 dólares por persona para ingresar al parque en su ciudad natal. Este lugar es conocido por permitir a los visitantes buscar y quedarse con los diamantes que encuentren. Durante su visita, mientras caminaban cerca de la orilla de un arroyo, Kalel observó una piedra inusual que se destacaba entre las demás.
"Estaba a sólo unos centímetros de una corriente de agua, con un montón de otras rocas que eran del mismo tamaño", relató Kalel. Inicialmente, ni él ni su padre, Craig Langford, estaban seguros de que la piedra fuera un diamante debido a su color oscuro. Sin embargo, Craig supo que debían investigar más: "Sólo estuvimos en el parque durante unos 30 minutos cuando lo encontró. Su color era tan oscuro que no estábamos seguros si era un diamante, pero sabíamos que necesitábamos analizarlo", explicó.
Estas piedras son muy costosas a nivel mundial. Foto: Freepik
La familia Langford llevó la piedra al Diamond Discovery Center, una instalación dentro del parque dedicada a la identificación de gemas. Allí, los expertos confirmaron que Kalel había encontrado un diamante de 7,44 quilates, uno de los más grandes descubiertos en la historia del parque. Esta noticia llenó de alegría y asombro a la familia.
El diamante, aunque no fue valorado oficialmente, se estima que podría acercarse al millón de dólares. Esta estimación se basa en la venta de un diamante similar, ligeramente más grande, que alcanzó esa cifra en el mercado. La política del parque "el que lo encuentra, se lo queda" permitió a Kalel conservar su hallazgo sin restricciones.
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Waymon Cox, portavoz del parque, señaló que las condiciones eran perfectas para el descubrimiento de Kalel: "Una fuerte lluvia había caído en el área de búsqueda arada durante la semana. Una lluvia intensa puede llevar los diamantes más grandes cerca de la superficie". Cox describió la gema como "aproximadamente del tamaño de un frijol pinto y de un color marrón muy oscuro, similar al café", con una apariencia helada y una forma que recuerda a una almohada o una cometa.
Kalel, un gran admirador de Superman, decidió nombrar el diamante en honor a su superhéroe favorito. Guardó la valiosa gema, consciente de su significativo valor.
Hay lugares en Estados Unidos donde las personas van a buscar este tipo de diamantes. Foto: Freepik
La historia de Kalel ha capturado la atención de muchos, no solo por el valor del diamante, sino también por la fascinante casualidad de su hallazgo. El Cráter de Diamantes es uno de los pocos lugares en el mundo donde el público puede buscar diamantes en su entorno natural y quedarse con lo que encuentra, lo que lo convierte en un destino popular para aventureros y cazadores de tesoros.
La noticia del hallazgo de Kalel despertó un renovado interés en el parque, atrayendo a nuevos visitantes que esperaban tener la misma suerte. Para Kalel y su familia, la visita al Cráter de Diamantes será recordada como el día en que una simple excursión se convirtió en una experiencia millonaria.