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Era contador en Venezuela, pero en Estados Unidos no logra encontrar trabajo: los obstáculos laborales para migrantes

La ciudad de Nueva York, en Estados Unidos, tiene una alta tasa de desempleo y los migrantes son los más perjudicados, ya que nunca pudieron recuperar la normalidad de sus empleos después de la pandemia.

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Migrantes enfrentan muchas barreras en logística para conseguir licencias de trabajo. Foto: composición LR Fabrizio Oviedo/The New York Times

Estados Unidos fue uno de los países económicamente golpeados después de la pandemia, y su recuperación se debe en gran parte al trabajo de los migrantes. Entre 2021 y 2022 se reanudó el otorgamiento de visas para extranjeros, lo que impulsó que los migrantes fueran a Estados Unidos a trabajar. Esto fue tomado como muy positivo debido a que en el país norteamericano la tasa de natalidad es más baja y la jubilación de los adultos mayores es cada vez más frecuente.

Según una estimación de la Oficina de Presupuesto del Congreso, un organismo independiente, en los siguientes 10 años, a inmigración evitará que disminuya el número de estadounidenses económicamente activos. La guerra, crisis económica, falta de estabilidad política y económica de sus países han hecho que migren en busca de un futuro mejor; estos migrantes ayudarían a paliar la brecha que existe entre la demanda de empleados y personas que quieren trabajar, pero existen problemas: obstáculos administrativos, políticas que no ayudan a los migrantes y dificultades de logística.

El presidente Joe Biden y su contrincante en la contienda electoral, Donald Trump, llegaron a Texas el jueves pasado, donde fueron claros en cuanto a sus propuestas en relación con la migración. Por un lado, Joe Biden calificó de "caótica" la situación en la frontera y prometió ordenar la situación en el muro limítrofe. Por otra parte, Donald Trump prometió radicalizar las leyes antimigratorias y terminar la construcción del muro fronterizo con dinero mexicano.

El presidente Biden intentó incorporar a los migrantes a la fuerza de trabajo de Estados Unidos. Foto: Mohamed Sadek/The New York Times

Los trámites hacen más difícil el trabajo para los migrantes

El Gobierno estatal y los Gobiernos locales de Nueva York empezaron a agilizar los trámites desde el año pasado, ahora la logística para que un solicitante de asilo o persona en libertad condicional pueda trabajar de manera legal es de menos de un mes.

En consecuencia, el número de licencias que se les entregó a solicitantes de asilo o refugiados y a quienes están bajo protección temporal y libertad condicional se elevó a más de 1,2 millones en 2023, en comparación con las 423.000 de 2022, según datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

Incluso con toda esta agilización, el proceso para poder trabajar de manera legal es todo un embrollo. El número de personas que atraviesan la frontera es mucho mayor a la cifra de solicitudes que llegan a las oficinas. Otra de las barreras es la del idioma. A muchos migrantes se les hace difícil poder tramitar sus documentos debido a que no entienden el inglés, sin contar los altos precios de la tramitación que hace aún más complicado todo el proceso.

Los tribunales de asilo tienen un cargamontón de solicitudes que no se resuelven hace años. Foto: BBC

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Alayón, un contador venezolano, no consigue un trabajo estable en Estados Unidos

Alayón, un migrante de 32 años, llegó a Estados Unidos al ser despedido de varios trabajos en Venezuela, donde se dedicaba a la contabilidad, por no alinearse a las ideas del Gobierno. Ya en Texas, le ofrecieron un vuelo gratuito a Nueva York, donde le dijeron que podía residir en un albergue humanitario.

Alayón esperó hasta diciembre para obtener un permiso de trabajo que le permitió entrar en el rubro de la construcción y con su salario rentar un pequeño cuarto. Lamentablemente, solo trabaja un par de días a la semana y su licencia para trabajar vence en mayo del año próximo.

La ciudad de Nueva York no es un lugar idóneo para buscar trabajo, pues la tasa de desempleo es muy alta y después de la pandemia no todos los negocios volvieron a funcionar con normalidad. Esto ha llevado a los migrantes a dedicarse usualmente al reparto de comida a domicilio, porque este trabajo no requiere de requisitos rigurosos.