La Tierra nos regala maravillas geográficas y políticas, entre las cuales destaca la frontera terrestre continua más larga del mundo. Un título que, contra la creencia popular, no ostentan Estados Unidos y Canadá, sino otros dos países. Este límite redefine las nociones de distancia, proximidad y simboliza un enlace histórico y estratégico entre dos potencias eurasiáticas.
Este hito no solo es significativo en términos geográficos, sino también en el contexto de las relaciones bilaterales, en que la cooperación y los acuerdos estratégicos juegan un papel crucial en la estabilidad regional. La dinámica de este límite terrestre refleja un equilibrio entre soberanía nacional y la necesidad de mantener una frontera segura y abierta al flujo económico y cultural.
Dueña de una extensión de 7.591 km, de acuerdo con los datos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, esta frontera terrestre se alza como un testimonio del vasto territorio que comparten Rusia y Kazajistán, la cual ve sus inicios desde el mar Caspio hasta las montañas de Altái.
La frontera cuenta con una extensión de 7.591 km. Foto: BBC
Más allá de su impresionante longitud, el límite entre estas naciones es un escenario de cooperación bilateral, lo que refleja la complejidad de las relaciones internacionales en el siglo XXI.
Este límite se estableció formalmente en 1930 y se redefinió tras la disolución de la Unión Soviética en 1991. La frontera entre Rusia y Kazajistán es más que una simple demarcación territorial. Su historia está intrínsecamente ligada a los cambios políticos y sociales de la región, ya que es testigo de importantes acuerdos de delimitación y cooperación.
La longitud de la frontera entre Rusia y Kazajistán, la cual supera en kilómetros a la de Estados Unidos y Canadá, se destaca por su significado estratégico y económico. Esta es un corredor vital para el comercio euroasiático, puesto que facilita el tránsito de recursos naturales, bienes y servicios entre Asia Central y Europa. Ejemplifica cómo la geografía puede fomentar alianzas estratégicas.
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La frontera entre Estados Unidos y Canadá posee una dimensión equivalente a 8.893 km de largo; sin embargo, esta está dividida en dos secciones: tierra y mar.
Por ello, con solo 7.591 km, el límite entre Rusia y Kazajistán se corona como la frontera terrestre continua más grande del mundo y deja en segunda posición a la mundialmente conocida ubicada en Norteamérica.
La grandeza de este límite terrestre es posible porque Rusia es el país más grande del mundo, mientras que Kazajistán es el noveno en este listado. Ambos tienen enormes áreas de tierra, lo que contribuye a una frontera extensa. Cabe mencionar que estas dos naciones fueron repúblicas de la Unión Soviética que se separaron tras su colapso.