Un número relativamente bajo de parejas en los Países Bajos elige morir juntas mediante la eutanasia en el mismo día y a la misma hora, aunque este fenómeno está creciendo y alcanza varias decenas de casos anuales. Este grupo incluye al exprimer ministro Dries van Agt y su esposa Eugenie, ambos de 93 años, quienes compartieron 70 años de vida juntos desde sus días de estudiante en Nimega.
A lo largo de su vida, Eugenie fue una constante fuente de apoyo y consejo para Van Agt, especialmente durante sus periodos como ministro de Justicia, de Asuntos Exteriores, y como primer ministro. El compromiso de la pareja con causas como la paz en Medio Oriente también los llevó a fundar The Rights Forum en 2009.
El estado de salud de la pareja estaba deteriorado y falleció “de la mano”, rodeada de sus seres queridos, tras someterse juntos a una eutanasia, algo cada vez más habitual en Países Bajos, según Fransien van ter Beek, presidenta de la Asociación Neerlandesa para un Final de Vida Voluntario (NVVE). Dries van Agt, fue un conservador de creencias católicas, pero su visión se hizo más progresista con los años, tanto como para sorprender muriendo tras una eutanasia y junto al amor de su vida. “No podían vivir el uno sin el otro”, aseguró Gerard Jonkman, director de The Rights Forum.
Los doctores estudian la solicitud de una pareja como dos procesos individuales y están sometidos a las condiciones de cualquier otro caso. Foto: Pixabay/Ref.
En 2022, se registraron casi 9.000 eutanasias en el país, con 29 parejas optando por esta ruta. La eutanasia es legal en los Países Bajos desde 2002 bajo estrictas condiciones y debe ser supervisada médicamente. Los casos de parejas se tratan como solicitudes individuales para asegurar que no exista presión indebida de una parte hacia la otra.
Van Agt, quien sufrió un deterioro de salud significativo después de una hemorragia cerebral en 2019, eligió la eutanasia junto con su esposa, lo que marcó un final conjunto para su vida compartida. Aunque estas "duo-eutanasias" representan menos del 1% del total de casos en los Países Bajos, reflejan una elección personal profunda de pasar juntos hasta el último momento, pese a la doble pérdida que esto significa para sus familias.
En Sudamérica, la eutanasia es un tema legalmente regulado solo en Colombia y Ecuador. Son los únicos países de la región que ha legalizado la eutanasia bajo ciertas condiciones, como la necesidad de que el paciente tenga una enfermedad terminal y haya expresado su consentimiento de manera libre e informada. Este proceso se encuentra regulado detalladamente para asegurar que se respeten los derechos de los pacientes y se cumplan los criterios éticos y legales establecidos por los países.
En otros países de Sudamérica, aunque existan debates y discusiones sobre la legalización de la eutanasia o el suicidio asistido, hasta la fecha no se han implementado leyes que permitan explícitamente estas prácticas. En algunos casos, como en Perú, ha habido fallos judiciales que reconocen el derecho a una muerte digna en circunstancias muy específicas, pero esto no equivale a una legalización amplia o regulación detallada de la eutanasia, como en Colombia.