En Traiguén, Chile, el abogado Jenaro Gajardo Vera acudió a una notaría de Talca para inscribir a la Luna como su propiedad. El hombre se presentó ante el notario César Jiménez Fuenzalida, a quien convenció de que era el dueño del satélite natural, describiendo sus medidas y límites.
"Jenaro Gajardo Vera, abogado, es dueño desde antes del año 1857, uniendo su posesión a la de sus antecesores, del astro, satélite único de la Tierra, de un diámetro de 3.475.00 kilómetros, denominada Luna; y cuyos deslindes por ser esferoidal son: norte, sur, oriente y poniente, espacio sideral. Fija su domicilio en calle 1 oriente 1270 y su estado civil es soltero. Jenaro Gajardo Vera. Carné 1.487.45-K. Ñuñoa. Talca, 25 de septiembre de 1954".
Documento con el que el chileno Jenaro Gajardo indica que compró la Luna. Foto: Legislación chilena
Gajardo, según contó en 1969 al diario estadounidense The Evening Independent, quiso hacerse con la Luna para entrar en una asociación local: el Club Social de Talca. Él hizo ello porque las reglas de la asociación establecían que los miembros de la sociedad debían demostrar poseer algún bien. Carente de medios, y ansioso por formar parte de esta, al letrado se le ocurrió comprar la Luna. Le costó US$1, manifestó al mencionadio medio.
La Oficina de Información de Patrimonio Intelectual del Gobierno de Chile asegura que una posesión que no esté inscrita en un registro oficial no puede ser considerada como tal.
Además, explican que no entra dentro de los casos recogidos por la ley de propiedad intelectual chilena, que da cuenta de los derechos de autor de las creaciones de obras artísticas (pintura, música, literatura, etc.); ni tampoco dentro de la ley de propiedad industrial, que recoge las posesiones de bienes y empresas.