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La historia de las trillizas que descubrieron que eran hermanas tras encontrarse de casualidad en una tienda

“Fue como si nos conociéramos de toda la vida”, señaló una de las jóvenes estadounidenses que descubrieron la dura razón por la que su madre biológica decidió separarlas cuando eran pequeñas.

larepublica.pe
Las trillizas descubrieron a los 8 años que eran hermanas, desde entonces permanecen unidas. Foto: composición LR/@rikkijump/Instagram

Una cotidiana tarde dio un vuelco en la vida de un grupo de trillizas, quienes descubrieron su vínculo de una inesperada forma: en medio de un centro comercial en Estados Unidos. Se trata de Rikki Jump y sus hermanas, Julianne y Kendall, quienes, a sus 8 años, supieron la razón por la que fueron separadas al nacer.

En una entrevista al medio New York Post, las hermanas —de ahora 32 años— recordaron las extrañas circunstancias que las llevaron a conocerse. Aunque Rikki creció sabiendo que tenía trillizas, Julianne y Kendall, que fueron adoptadas juntas, no lo supieron hasta que estaban en la escuela primaria.

Rikki Jump y sus hermanas, Julianne y Kendall, compartiendo tiempo durante su adolescencia. Foto: @rikkijump/Instagram

“Vivíamos a unos 65 kilómetros de distancia. Cuando tenía 8 años, fui de compras con mis padres cerca de donde ellas vivían. Una niña se me acercó y pensó que yo era Julianne, pero en realidad era una de mis hermanas”, recordó Rikki.

Dos años después de mantener contacto por correspondencia, cuando Rikki sufrió a los 10 la muerte de su padre, decidieron finalmente verse las tres en persona. “Al vernos corrimos a abrazarnos y fue como si nos conociéramos de toda la vida, como si fuéramos los mejores amigos”, añadió.

Julianne y Kendall fueron adoptadas por Tina y Ken Scavo. Foto: @rikkijump/Instagram

De acuerdo a Kethleen, madre biológica de las trillizas, cuando descubrió que estaba embarazada de tres bebés se sintió abrumada. Ella tenía una discapacidad auditiva y trabajaba en el correo, mientras que el empleo de su esposo como camionero tampoco les permitía mantener a sus tres hijas.

Por ello, tomaron la difícil decisión de dar en adopción a Julianne y Kendall al matrimonio conformado por Tina y Ken Scavo, de Fort Collins, Colorado. Aunque su madre vivió con culpa por lo que había hecho, sus hijas le hicieron saber que entendían su decisión.