Prevenir para salvar vidas es la meta que tiene Kenya Smith, una mujer de 27 años, en Estados Unidos, quien llegó a tener un quiste ovárico de 9 kilos, el cual la hacía lucir como si estuviera embarazada a pesar de haber dado a luz varios meses antes. Incluso, este gran bulto que creció dentro de ella le imposibilitó respirar bien.
La madre de tres niños le contó al medio Southwest News Service que sus problemas comenzaron después de alumbrar a su último hijo, en marzo de 2022, cuando notó que su barriga no se reducía a pesar de que se ejercitaba. A esto se sumó que tenía problemas para dormir, comer y usar el baño.
Kenya pasó meses en búsqueda de un diagnóstico, sin obtener respuestas claras por parte de los especialistas. No fue hasta que un día, navegando en sus redes, encontró la historia de una mujer con fibromas, cuyos síntomas se asemejan bastante a los de ella. De inmediato, se le programó una tomografía y ecografía en las que descubrieron un enorme quiste que crecía en su ovario derecho.
Tras este diagnóstico, la mujer fue operada a principios de noviembre de 2022 y se le retiró un quiste que pesaba nueve kilogramos y medía 30 centímetros de diámetro. “Fue una cirugía que me salvó la vida. Si no lo hubiera tratado, podría haber seguido creciendo y aplastado mis pulmones, por lo que me habría asfixiado”, narró Smith, quien espera alertar a otras mujeres sobre este problema.
Así se veía Kenya Smith dos días antes de que se le retirara su quiste ovárico. Foto: @kenyaksmith/Instagram
Los quistes ováricos son sacos llenos de líquido que pueden desarrollarse con cambios hormonales regulares y que afectan a alrededor del 10% de las mujeres, según la Biblioteca Nacional de Medicina. La mayoría de ellos crecen hasta alcanzar el tamaño aproximado de una cereza, pero desaparecen por sí solos. En algunos casos continúan desarrollándose, provocando complicaciones potencialmente mortales.