El papa Francisco instó a “no dejarse engañar” por “el populismo” ni por los “falsos mesías”, quienes “proclaman recetas útiles solo para aumentar la riqueza de unos pocos”, durante la misa celebrada este domingo en la basílica de San Pedro con motivo de la VI Jornada Mundial de los Pobres.
“No nos dejemos seducir por los cantos de sirena del populismo, que instrumentaliza las necesidades del pueblo proponiendo soluciones demasiado fáciles y apresuradas. No sigamos a los falsos ‘mesías’ que, en nombre del beneficio, proclaman recetas útiles solo para aumentar la riqueza de unos pocos, condenando a los pobres a la marginación”, dijo.
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El pontífice, que al término de la misa ofrecerá un almuerzo en el Aula Pablo VI del Vaticano a 1.300 necesitados, muchos de ellos presentes en la misa, aseguró en la homilía que la mejor respuesta es “construir un mundo más fraterno” rompiendo “esa sordera interior que nos impide escuchar el grito sofocado de dolor de los más débiles”.
“Vivimos en sociedades heridas y asistimos (...) a escenarios de violencia, injusticia y persecución; además, debemos afrontar la crisis generada por el cambio climático y la pandemia, que ha dejado tras de sí un rastro de malestares no solo físicos, sino también psicológicos, económicos y sociales”, explicó Francisco, quien ofició la homilía sentado por sus dolores de rodilla.
Ante los cientos de fieles que acudieron a la misma, concelebrada por 22 cardenales, el papa destacó “la desgracia de la guerra, que provoca la muerte de tantos inocentes y multiplica el veneno del odio”, a los muchos que “emigran en busca de esperanza” y a los que “viven en la precariedad por la falta de empleo a causa de condiciones laborales injustas e indignas”.
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“Y también hoy los pobres son las víctimas más penalizadas de cada crisis”, subrayó, “pero si nuestro corazón permanece adormecido e insensible, no logramos escuchar su débil grito de dolor llorar con ellos y por ellos, ver cuánta soledad y angustia se esconden también en los rincones más olvidados de nuestras ciudades”, donde hay “tanta miseria y dolor”.
Por eso, afirmó, hay que estar atentos para “no dejarse engañar” por “el populismo” ni los “falsos mesías”. “Comprometámonos con valentía por la justicia, la legalidad y la paz, estando del lado de los débiles”, enfatizó.
“No podemos quedarnos, como aquellos de los que habla el Evangelio, admirando las hermosas piedras del templo, sin reconocer el verdadero templo de Dios, que es el ser humano, especialmente el pobre, en cuyo rostro, en cuya historia, en cuyas heridas, está Jesús. Él lo dijo. Nunca lo olvidemos”, concluyó Francisco.
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La Jornada Mundial de los Pobres se celebra por iniciativa de Francisco “para instar a la Iglesia a ‘salir’ fuera de sus muros y encontrar la pobreza en los múltiples significados en que se manifiesta en el mundo actual”, según el Vaticano, que durante esta semana ha organizado varias iniciativas para ayudar a los más necesitados.
Con información de EFE