El expresidente colombiano Álvaro Uribe no la está pasando bien en los últimos días: la jueza Carmen Helena Ortiz ha rechazado su pedido de preclusión (prescripción) del juicio que se le sigue por supuestamente haber sobornado a testigos que lo vinculan con las fuerzas paramilitares.
El exjefe de Estado ha llamado “persecución política” en reiteradas ocasiones al juicio en su contra, y ha cuestionado el fallo de Helena Ortiz que encamina el juicio por fraude procesal.
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Uribe ha asegurado al leer un comunicado que se le ha “expropiado su reputación”; asimismo, ha alegado su inocencia y acusado de esa “expropiación” al senador Iván Cepeda, quien denunció a Uribe en el año 2012.
”Deploro que el juzgado haya ignorado las alteraciones al reloj de (Juan Guillermo) Monsalve. Deploro la falta de valoración a los mensajes de WhatsApp de Caliche y Monsalve. También deploro la pérdida de memoria del teléfono del senador Cepeda”, expresó el exgobernante colombiano.
“(Me hicieron) 22.000 interceptaciones ilegales a mi teléfono en el corto periodo de 32 días. Evidencias que acreditan que nunca ordené buscar testigos sino corroborar información que me llegaba; que jamás tomé la iniciativa de ofrecer un beneficio, ni autoricé ni supe previamente de giros de dinero, ni pasó por mi mente pedir que mintieran u ocultaran la verdad”, añadió Uribe Vélez.
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Según la jueza Carmen Helena Ortiz, hay elementos probatorios suficientes que establecen que Uribe Vélez habría sobornado a testigos y cometido fraude procesal, debido al caso Bloque Metro, una rama de las Autodefensas Unidas de Colombia, fuerzas paramilitares en las que está involucrado su hermano Santiago Uribe Vélez.
El exparamilitar Juan Guillermo Monsalve acusa al entonces abogado de Uribe, Diego Cadena, de haberlo sobornado para cambiar un testimonio donde señalaba al expresidente por sus vínculos con el paramilitarismo.