En el mar de Noruega, un pequeño relieve, parecido a una meseta, resalta por una singular característica. Se trata de la isla Lítla Dímun, la más pequeña de las que se compone el archipiélago de Feroe. Este pequeño territorio está dotado de una nube que la baña de blanco en su parte más alta.
Lítla Dímun, cuyo nombre proviene de vocablos célticos que significan Dos Cerros, es la única dentro del grupo de Islas Feroe que no tiene habitantes temporales. A ella acuden algunos visitantes y, hasta hace algún tiempo, granjeros que atendían a las ovejas de la zona.
La pequeña isla cuenta con apenas 80.000 metros cuadrados. Espacio reducido que ha sido terreno para que una nube se sitúe encima de ella casi a diario. Este extraño fenómeno la envuelve en un constante misterio, pues oculta lo que pueda estar ocurriendo en la cúspide.
Los expertos, como Kerry Wolfe, de Atlas Obscura, han señalado que la nube mencionada es una de tipo lenticular, que se forma cuando el relieve transforma el aire cálido en aire húmedo (por la presencia del mar) y la lleva hasta la parte superior. La humedad se evapora y luego condensa para dar forma a la gran nube que parece un pedazo de la isla.
En este espacio se han divisado cuerpos que utilizan los granjeros para escalar los acantilados. Hasta el siglo XIX estos elementos fueron puestos para que estas personas pudieran alimentar a las ovejas negras de cola corta; sin embargo, esta especie quedó extinta y la isla se convirtió en el lugar perfecto de las ovejas domesticadas.