Japón anunció este martes la imposición de nuevas sanciones a Rusia por su invasión a Ucrania, que incluyen la congelación de activos a 398 personas más, entre ellas las hijas del presidente Vladimir Putin y la esposa e hija del canciller Serguéi Lavrov.
“Para evitar que la situación escale más y llegar a un alto el fuego que ponga fin a la invasión lo antes posible, es necesario adoptar sanciones severas”, dijo hoy el portavoz gubernamental japonés, Hirokazu Matsuno, en una rueda de prensa.
Japón se suma así a los países que han ampliado sus sanciones contra Moscú a medida que trascienden la información e imágenes del aparente asesinato de civiles en los territorios que hasta hace unas semanas estaban ocupados por tropas rusas.
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“Se están revelando actos atroces e inhumanos no solo en Bucha, sino también en muchos otros sitios. La matanza de civiles inocentes viola la ley internacional y es un crimen de guerra”, dijo Matsuno.
Japón añade a 398 ciudadanos rusos a su lista de individuos cuyos activos ha congelado, que conforman ya 499 personas, encabezadas por el presidente Putin. Sus hijas, Ekaterina Tíjonova y Maria Vorontsova, pasan a forman parte de ella, al igual que la esposa de Lavrov, Maria Lavrova, y su hija Ekaterina.
La mayoría de los individuos incorporados a la lista están vinculados a la Duma (la cámara baja del Parlamento ruso) y al Ejército.
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Tokio ha decidido también adoptar sanciones adicionales sobre 28 empresas y organizaciones rusas, entre ellas los bancos Sberbank y Alfa Bank. Un total de 47 entidades se ven afectadas hasta ahora.
Desde el inicio del conflicto, Japón ha venido imponiendo sanciones a ciudadanos rusos y bielorrusos, incluido el presidente Alexandr Lukashenko, así como a entidades de diversa índole.
Las medidas punitivas afectan también a las exportaciones con potencial uso bélico o de lujo, entre otros, y a sus importaciones rusas de ciertos productos e inclusive a las criptomonedas.