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Los bebés subrogados que se quedaron sin una familia en Ucrania tras la invasión rusa

La guerra entre Rusia y Ucrania ha provocado que muchos recién nacidos por vientre subrogado no puedan ser recogidos por sus familias.

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Las enfermeras que cuidan de los bebés de vientres de alquiler. Foto: Univisión

La guerra entre Rusia y Ucrania ha traído fatales consecuencias. Una de ellas es la orfandad en la que decenas de bebés se han quedado al no haber sido recogidos por sus padres y madres adoptivos. Ellos están siendo cuidados en refugios que los resguardan de los bombardeos diarios acaecidos desde la invasión rusa.

En Ucrania hay aproximadamente unas 500 mujeres embarazadas por gestación subrogada o ‘vientre de alquiler’, las cuales darán a luz en las próximas semanas y meses. “Estamos creando una logística que permita llevar a los bebés a la frontera para que puedan ser recogidos allí”, explica a Univisón Ihor Pechenoga, médico jubilado con tres especialidades, que empezó a trabajar como portavoz de BioTexCom, la principal empresa de ovodonación, reproducción asistida y, sobre todo, vientres de alquiler de Ucrania.

Ihor también fue designado como coronel lugarteniente y actualmente se encuentra supervisando la protección de la sede de la compañía, que se ha convertido en un lugar clave para la defensa de Kiev, ya que está ubicada en una colina junto a la línea del frente.

Interior del lugar donde se cuidan los bebé recién nacidos. Foto: Univisión

En el sótano de un edificio ubicado en un barrio de las afueras de Kiev hay ocho enfermeras que cuidan y alimentan a casi 30 recién nacidos. Estas mujeres se hacen cargo de los bebés porque les ofrecen un buen salario por hacerlo, unos 1.000 dólares, y necesitan el dinero para ir con sus familiares, que se han quedado atrapados desde la invasión rusa.

“Con ese dinero puedo mantener a toda mi familia, a mis dos hijas y a mis padres. Pero los tengo en Ovruch y temo que les pueda ocurrir algo. No los veo desde el 21 de febrero, cuando comencé a trabajar aquí”, dice Antonina Efimovich, una de las enfermeras.

También cuenta que en los primeros días de la invasión bombardearon una zona cerca del hospital donde estaban los bebés y decidieron trasladarlos a este refugio. “Vivimos aquí con ellos, dormimos en esos colchones”, agrega.

El doctor Pechenoga. Foto: Univisión

“Claro que les cogemos cariño; llevamos un mes viviendo con ellos; son como nuestros hijos”, expresa Efimovich, a quien el doctor Ihor Pechenoga, el hombre que las recibió vestido de militar, le ha prometido un apartamento de tres habitaciones para su familia.

Olesya, de 41 años, una de las mujeres embarazadas en el salón de la sede de BioTexCom, declara para Univisión que está en la semana 30 de embarazo y hasta que llegue el parto le han pedido que se quede en Kiev por los ataques que se suceden en su región.

“Ahora estoy sola en un apartamento, pero en circunstancias normales lo compartiríamos cinco o seis mujeres embarazadas. En el parto no tienes ningún contacto con el bebé, así que no he sufrido ningún tipo de depresión ni tristeza tras la primera maternidad por subrogación”, afirma Olesya, quien espera poder reunirse pronto con sus hijas, su madre y su hermana.

Olesya, una madre por gestación subrogada. Foto: Univisión

Desde que lo legalizó en 2002, Ucrania se ha convertido en uno de los países con una mayor industria de vientres de alquiler, después de que India, Nepal y Tailandia lo prohibieran y la exrepública soviética asumiera parte de la demanda.