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Rusia promete una respuesta “fuerte” y “dolorosa” a sanciones de Estados Unidos

EE. UU. anunció una “primera tanda” de sanciones para bloquear el acceso de Rusia a los mercados financieros occidentales y advirtió que hay más medidas “sobre la mesa” en caso de que exista una escalada en Ucrania.

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“Que no haya ninguna duda: habrá una respuesta fuerte a estas sanciones, no necesariamente simétrica, pero bien calculada y dolorosa para Estados Unidos”, indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado. Foto: AFP

Rusia prometió, este miércoles 23 de febrero, una respuesta “fuerte” y “dolorosa” a las sanciones estadounidenses anunciadas después de que el presidente Vladímir Putin reconociera la independencia de dos regiones separatistas ucranianas.

“Que no haya ninguna duda: habrá una respuesta fuerte a estas sanciones, no necesariamente simétrica, pero bien calculada y dolorosa para Estados Unidos”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso en un comunicado.

Estados Unidos anunció, el último martes, una “primera tanda” de sanciones para bloquear el acceso de Rusia a los mercados financieros occidentales, y advirtió que hay medidas adicionales “sobre la mesa” en caso de que exista una escalada en Ucrania.

Un alto cargo estadounidense indicó que el conjunto del sistema financiero ruso podría ser objeto de sanciones.

“Rusia ha demostrado que con todo el costo que implican las sanciones, es capaz de minimizar el perjuicio que causan”, afirmó la diplomacia rusa afirmando que la presión de estas medidas punitivas “no puede influenciar la voluntad de Rusia de defender firmemente sus intereses”.

Rusia denunció un “chantaje y una intimidación” por parte de Estados Unidos, pero afirmó que sigue “abierta a una diplomacia basada en los principios del respeto mutuo, la igualdad y la consideración de los intereses mutuos”, agregó el ministerio.

También anunciaron sanciones la Unión Europea, Japón, Australia, Canadá, Alemania y el Reino Unido.

La más contundente fue la decisión de Berlín de congelar la certificación del gasoducto Nord Stream II, que ya está terminado, y que iba a aumentar el flujo de energía de Rusia hacia Alemania.