Seis menores —el mayor de 12 años, una niña de 11, otros dos varones, gemelos, de 10, otro de 9 y la más pequeña de 7 años— pidieron, a finales de julio de 2021, el deseo de permanecer juntos luego de que se iniciara un proceso de adopción. Viven en Salta, al noroeste de Argentina, y querían vivir todos juntos con una nueva familia: su sueño se hizo realidad.
El último jueves 21 de octubre, los medios argentinos señalaron que, entre las postulaciones presentadas para adoptar a los hermanos, la jueza Mercedes Cabrera seleccionó a un matrimonio residente en Córdoba, que se trasladó a Salta para iniciar el proceso.
“Tienen esperanza y ganas de que esto salga bien, a pesar de todo lo que han pasado, esto es de nuevo apostar y confiar en un adulto que los cuide”, revelaron desde Gobierno de Salta al informativo argentino Clarín.
Para el proceso de selección, se presentaron más de 100 familias que se comunicaron con el Registro de Adopciones de Salta luego de que se difundiera el caso de los pequeños.
“Estaban muy sorprendidos, porque la convocatoria salió en agosto y en octubre ya tenían una alternativa concreta, los más grandes no se lo esperaban”, comentó Matías Palomo, psicólogo del Registro de Adopciones de Salta.
Cuando los niños fueron entrevistados, plantearon desde un inicio que no tenían preferencia por un modo de conformación familiar particular ni de lugar de residencia. Eran conscientes de que limitarse a un solo tipo de familia aminoraba sus posibilidades.
El proceso de adopción comenzó en agosto y hoy tiene un final feliz. Foto: Clarín
“Los chicos planteaban la fantasía de que si fuera una provincia del sur, podrían esquiar; si era cerca de la costa, podrían conocer el mar; imaginaban distintos escenarios. Ellos necesitan poder anticipar lo que va a ir sucediendo para pensarse en distintos escenarios”, contó el psicólogo Palomo.
Finalmente, de unas doce entrevistas realizadas, solamente dos fueron favorables para la adopción de los hermanitos. La jueza recibió la información de las dos familias, eligió a la pareja de Córdoba y se avanzó con el proceso.
El Estado intervino en la vida de los niños en 2018 por una situación de riesgo. Se intentó que volvieran con su familia biológica para volver a construir el vínculo, que era lo que ellos querían, pero los intentos no dieron resultado y la Justicia los incluyó en el sistema de protección en 2019. En noviembre de 2020, salió su declaración de adoptabilidad.
Todos ellos pasaron a un dispositivo Pequeño Hogar, a cargo de la Secretaría de Primera Infancia, Niñez y Familia del Poder Ejecutivo salteño. Asisten a una escuela común y comparten las actividades recreativas cotidianas. “Se trata de un grupo de hermanos muy unido”, explicaron desde la sede judicial.
Tras la decisión de la Justicia y al no haberse registrado una apelación de parte de sus progenitores, el proceso de adopción inició a en agosto de 2021.
En el primer encuentro entre los seis hermanitos con el matrimonio adoptante, los menores estaban muy demandantes, todos hablaban al mismo tiempo y les hacían miles de preguntas.
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“El fin de semana que se conocieron, cuando tuvieron que despedirse del matrimonio, transitaron un momento de gran angustia, porque tienen la idea de que los adultos aparecen y desaparecen. Y se sintieron muy bien cuando el lunes comenzaron a recibir videollamadas de ellos”, comentó Palomo.
Se trata de una familia sin hijos, por lo que la adaptación será por partida doble: los chicos a un nuevo hogar y ellos en un nuevo rol de padres.
“Si todo está en orden, a mediados de diciembre se les otorgaría la guarda y viajarían con los chicos a Córdoba, la idea es que terminen las clases en Salta”, anticipó el psicólogo que acompaña a los menores desde el comienzo del proceso.